"46 años sin regresar a Cuba"
The Lost Son of Havana [El hijo perdido de La Habana (EE.UU., 2009)], narra la historia del ex lanzador de Grandes Ligas Luis Tiant, en este excelente documental dirigido por Jonathan Hock.
Luis Tiant, uno de los primeros cubanos en jugar en las Grandes Ligas, llegó a la liga con los "Indios de Cleveland". Tuvo una carrera estelar que lo encontró haciendo muescas con más de 20 victorias en 1968 ganando un par de juegos de Serie Mundial con los "Medias Rojas de Boston", donde asombrosamente realizó 173 lanzamientos en una de las victorias.
El film sigue a Luis Tiant en su regreso a La Habana por primera vez en 46 años, visitando a viejos amigos y familiares con una parada en el parque de recreo donde aprendió a jugar a la pelota, en su intento por hacer las paces con su pasado. Con un carácter afable y siempre fumándose un puro, LuisTiant resultó un gran tema para la realización de este documental, compartiendo abiertamente las historias beisboleras de su pasado y los recuerdos familiares.
Por último y durante los créditos finales, podrán ver a Luis Tiant compartiendo con jugadores de las ligas más importantes de hoy en día. Sencillamente, un honor a la Cubanía.
Tiant llegó en un momento tumultuoso de la historia de los Estados Unidos y del mundo, muchas cosas habían cambiado en los años 60's. En el béisbol, no sólo el movimiento de los derechos civiles le permitió abrir un juego, convirtiéndose en uno de los más grandes atletas de la historia - ¿Sería al revés; donde los jugadores negros exhibían la apertura de los derechos civiles? - Pero algo pesaba mas, donde los jugadores de Cuba, al igual que Tiant, ofrecían un verdadero sabor internacional a un juego que había sido bueno y compartimentado. Luis Tiant fue uno de los primeros evangelizadores, si se quiere, del gran nivel de juego de su patria: Cuba. ¿Por qué no se había incluído en el Salón de la Fama?. "Yo no tengo la menor idea" ... confieza Tiant.
Pienso que Luis Tiant merece su lugar tan esperado en el Salón de la Fama del Baseball, como parte del legado de la Major League Baseball. Después de todo, él nunca necesitó esteroides, ni bombos ni platillos, ni dramas ni comedias de enredo, o cualquier otra cosa, porque su talento innato le permitió ser un ganador.
Título: El Hijo Perdido de La Habana
Luis Tiant, uno de los primeros cubanos en jugar en las Grandes Ligas, llegó a la liga con los "Indios de Cleveland". Tuvo una carrera estelar que lo encontró haciendo muescas con más de 20 victorias en 1968 ganando un par de juegos de Serie Mundial con los "Medias Rojas de Boston", donde asombrosamente realizó 173 lanzamientos en una de las victorias.
El film sigue a Luis Tiant en su regreso a La Habana por primera vez en 46 años, visitando a viejos amigos y familiares con una parada en el parque de recreo donde aprendió a jugar a la pelota, en su intento por hacer las paces con su pasado. Con un carácter afable y siempre fumándose un puro, LuisTiant resultó un gran tema para la realización de este documental, compartiendo abiertamente las historias beisboleras de su pasado y los recuerdos familiares.
Por último y durante los créditos finales, podrán ver a Luis Tiant compartiendo con jugadores de las ligas más importantes de hoy en día. Sencillamente, un honor a la Cubanía.
Trailer
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Han pasado 46 años y Luis Tiant se encuentra en el Parque Central de La Habana, en la llamada "Esquina Caliente", para ser más precisos. Es el sitio de la capital cubana donde los fanáticos del béisbol se reúnen para debatir acaloradamente sobre el deporte. Alguien pregunta quién ha sido el mejor pitcher cubano de todos los tiempos. Los nombres empiezan a volar: "Orlando 'El Duke' Hernández, José Ariel Contreras …".
Nadie se ha percatado del hombre con bigotes canosos y fumando un habano que observa la discusión sonriendo pícaramente desde cierta distancia. Se trata de Luis Tiant, una auténtica leyenda del béisbol cubano y que dejó un recuerdo imborrable en la Serie Mundial de 1975 lanzando para los Medias Rojas de Boston.
Nadie ha mencionado el nombre de Tiant, hasta que finalmente lo hace con autoridad un joven con una camiseta azul. Tiant queda sorprendido y se revela ante el centenar de participantes de la tertulia. Es cuando la gente se aproxima y lo identifican con sus campañas en la liga cubana.
"Fue un momento que me hizo sentir bien y lleno de orgullo, el ver que aún hay gente que se acuerda de mi", dijo Tiant. "Nunca había visto una discusión tan fuerte. Ahí saben más de béisbol que cualquier otro lado".
Esta es la realidad contrastante para Tiant en su país natal, donde muy pocos lo reconocen tras medio siglo fuera de la isla. La recepción es diametralmente opuesta cuando de vez en cuando acude al Fenway Park de Boston, donde no pasa inadvertido y los aficionados de los Medias Rojas le guardan reverencia al saludarlo.
La escena corresponde a "The Lost Son of Havana" (El hijo perdido de La Habana), el nuevo documental dirigido por Jonathan Hock y con los hermanos Farrelly como productores ejecutivos, que fué difundido por los canales de ESPN.
El proyecto se concibió cuando Kris Meyer, un productor asociado a los Farrelly, conoció a Tiant en un acto benéfico en Boston y el retirado lanzador - que en 19 años en las mayores logró 229 victorias y 2.416 ponches - le contó sobre su deseo de viajar a Cuba. A Meyer le pareció como la idea perfecta para una filmación y logró conseguir el respaldo de los Farrelly, creadores de éxitos de taquilla como "There's Something About Mary" y "Dumb and Dumber", entre otros. Una vez que Tiant pudo obtener el permiso para viajar a Cuba y grabar la experiencia, el documental tomó forma.
Tiant se fue de Cuba en 1961, al inicio de la revolución, pero nunca pudo regresar ya sea por temores o complicaciones migratorias.
Lejos de la isla, se convirtió en uno de los lanzadores más dominantes de su era, abarcando 19 años de carrera entre la década de los 60's y 80's, captando la atención con su inigualable mecánica en el montículo. Boston perdió la Serie Mundial de 1975 ante los Rojos de Cincinnati; pero Tiant se lució con un par de victorias, incluyendo una blanqueada en el primer juego ante una alineación que en ese momento era la más temida de las Grandes Ligas. Fue en ese Clásico de Otoño que sus padres Luis e Isabel Vega lograron recibir la autorización del gobierno del presidente Fidel Castro para salir de Cuba y verlo lanzar. Poco más de un año después, ambos murieron en Estados Unidos. Los años siguieron pasando y Tiant creyó que se iba a morir sin poder volver a Cuba.
Nadie se ha percatado del hombre con bigotes canosos y fumando un habano que observa la discusión sonriendo pícaramente desde cierta distancia. Se trata de Luis Tiant, una auténtica leyenda del béisbol cubano y que dejó un recuerdo imborrable en la Serie Mundial de 1975 lanzando para los Medias Rojas de Boston.
Nadie ha mencionado el nombre de Tiant, hasta que finalmente lo hace con autoridad un joven con una camiseta azul. Tiant queda sorprendido y se revela ante el centenar de participantes de la tertulia. Es cuando la gente se aproxima y lo identifican con sus campañas en la liga cubana.
"Fue un momento que me hizo sentir bien y lleno de orgullo, el ver que aún hay gente que se acuerda de mi", dijo Tiant. "Nunca había visto una discusión tan fuerte. Ahí saben más de béisbol que cualquier otro lado".
Esta es la realidad contrastante para Tiant en su país natal, donde muy pocos lo reconocen tras medio siglo fuera de la isla. La recepción es diametralmente opuesta cuando de vez en cuando acude al Fenway Park de Boston, donde no pasa inadvertido y los aficionados de los Medias Rojas le guardan reverencia al saludarlo.
La escena corresponde a "The Lost Son of Havana" (El hijo perdido de La Habana), el nuevo documental dirigido por Jonathan Hock y con los hermanos Farrelly como productores ejecutivos, que fué difundido por los canales de ESPN.
El proyecto se concibió cuando Kris Meyer, un productor asociado a los Farrelly, conoció a Tiant en un acto benéfico en Boston y el retirado lanzador - que en 19 años en las mayores logró 229 victorias y 2.416 ponches - le contó sobre su deseo de viajar a Cuba. A Meyer le pareció como la idea perfecta para una filmación y logró conseguir el respaldo de los Farrelly, creadores de éxitos de taquilla como "There's Something About Mary" y "Dumb and Dumber", entre otros. Una vez que Tiant pudo obtener el permiso para viajar a Cuba y grabar la experiencia, el documental tomó forma.
Tiant se fue de Cuba en 1961, al inicio de la revolución, pero nunca pudo regresar ya sea por temores o complicaciones migratorias.
El documental, narrado por el actor Chris Cooper, refleja en forma desgarradora los sentimientos de Tiant en un retorno en el que se encuentra con el deterioro de la infraestructura de su país y las penurias que sus familiares en Cuba deben pasar.
"Para mí, el momento más difícil fue al avistar a Cuba en el avión", dijo Tiant. "Estaba nervioso e incómodo de que no me iban a dejar entrar". Al final no hubo ningún obstáculo y pudo visitar la casa donde nació, el barrio donde se crió y los estadios donde comenzó a jugar.
"Todo ha cambiado. Hay tanto deterioro", contó al referirse a las escenas del encuentro con sus familiares, en la que muchos le piden ayuda y Tiant se despoja de todo el dinero que llevaba.
"Te sientes bien y te sientes mal por otro lado, cómo ver que mi gente tenga tantas necesidades, la pobreza que hay. Eso me partió el corazón", indicó. Lo que no le quita el alivio de haber vuelto.
"Siempre le había pedido a Dios que me diera la felicidad de regresar a la patria. Me decía que podía morir al día siguiente y yo iba a estar feliz", dijo.
"Para mí, el momento más difícil fue al avistar a Cuba en el avión", dijo Tiant. "Estaba nervioso e incómodo de que no me iban a dejar entrar". Al final no hubo ningún obstáculo y pudo visitar la casa donde nació, el barrio donde se crió y los estadios donde comenzó a jugar.
"Todo ha cambiado. Hay tanto deterioro", contó al referirse a las escenas del encuentro con sus familiares, en la que muchos le piden ayuda y Tiant se despoja de todo el dinero que llevaba.
"Te sientes bien y te sientes mal por otro lado, cómo ver que mi gente tenga tantas necesidades, la pobreza que hay. Eso me partió el corazón", indicó. Lo que no le quita el alivio de haber vuelto.
"Siempre le había pedido a Dios que me diera la felicidad de regresar a la patria. Me decía que podía morir al día siguiente y yo iba a estar feliz", dijo.
Luis Tiant, a todas luces, es una de las figuras más bonitas e interesantes de la herencia del béisbol, que entró en la liga en 1964, estableciéndose inmediatamente en el centro del escenario. Con el debut de Tiant en los Indios de Cleveland, logró 11 ponches, 3 blanqueadas contra el campeón defensor de aquel entonces: The New York Yankees en el Yankee Stadium. En una carrera casi insuperable, "El Tiante", como llegó a ser conocido por los aficionados de los Medias Rojas, llegó a ser reconocido y amado por los aficionados en todas partes.
Tiant llegó en un momento tumultuoso de la historia de los Estados Unidos y del mundo, muchas cosas habían cambiado en los años 60's. En el béisbol, no sólo el movimiento de los derechos civiles le permitió abrir un juego, convirtiéndose en uno de los más grandes atletas de la historia - ¿Sería al revés; donde los jugadores negros exhibían la apertura de los derechos civiles? - Pero algo pesaba mas, donde los jugadores de Cuba, al igual que Tiant, ofrecían un verdadero sabor internacional a un juego que había sido bueno y compartimentado. Luis Tiant fue uno de los primeros evangelizadores, si se quiere, del gran nivel de juego de su patria: Cuba. ¿Por qué no se había incluído en el Salón de la Fama?. "Yo no tengo la menor idea" ... confieza Tiant.
Luis Tiant, el lanzador diestro que comenzó su carrera en las Grandes Ligas, deslumbrando a toda una generación de peloteros y fanáticos, decía que le quedaban dos metas por cumplir. La primera; ser inducido al Salón de la Fama, pues aunque llegó a ser finalista, no obtuvo los votos suficientes en la más reciente encuesta. La segunda meta era regresar a su patria, Cuba, lugar donde no había estado desde 1961, cuando fichó para los Indios de Cleveland.
El esperado viaje finalmente se materializó y quedó registrado en el documental The Lost Son of Havana (El Hijo Perdido de La Habana).
La propuesta fílmica incluye imágenes inolvidables de Luis Tiant en el montículo. Considerado por muchos el mejor pelotero cubano en llegar al béisbol de las Grandes Ligas, a lo largo de su carrera sumó 229 victorias, ganó 20 juegos en cuatro temporadas y lideró la liga en blanqueadas en tres ocasiones. En la Serie Mundial de 1975, Tiant venció a la Gran Maquinaria Roja de Cincinnati dos veces, incluyendo una blanqueada.
Por encima de sus logros y éxitos por casi medio siglo, Tiant sufrió al tener que vivir aislado de su tierra, amigos y familiares. En 1961, en los inicios de la revolución de Fidel Castro, fue en busca de una carrera profesional en el béisbol y nunca más regresó. Temor a lo que pasaría a su retorno y complicaciones para obtener su permiso migratorio a Cuba se lo impidieron. En 2007, las conversaciones con dos conocidos productores de Hollywood sobre la posibilidad de filmar un documental sobre su regreso a la isla desencadenaron en la realidad del viaje.
"Lo peor, para mí, del viaje, fue la aproximación a Cuba en el avión. Yo estaba pensando, '¿Qué va a pasar?'. Yo no sé si me van a dejar entrar o me van a decir que no puedo entrar. Eso fue bastante... bah, me puse... muy tenso, muy nervioso. Yo tenía miedo a tener una represión política conmigo como la han tenido con muchos. Uno no sabe hasta que llega allí, qué es lo que va a pasar", dijo Tiant en honor a la retrospectiva.
"Lo peor, para mí, del viaje, fue la aproximación a Cuba en el avión. Yo estaba pensando, '¿Qué va a pasar?'. Yo no sé si me van a dejar entrar o me van a decir que no puedo entrar. Eso fue bastante... bah, me puse... muy tenso, muy nervioso. Yo tenía miedo a tener una represión política conmigo como la han tenido con muchos. Uno no sabe hasta que llega allí, qué es lo que va a pasar", dijo Tiant en honor a la retrospectiva.
Sus temores no se materializaron y Tiant anduvo libremente por el país que había dejado atrás.
"Y sí fue duro. La gente, las casas, el deterioro que hay en todas las casas, las calles... la tristeza que te da de ver tu patria no como tú la dejaste. Se ven las casas como están, la necesidad de la gente, cómo andan. Y es duro, es duro. Yo salí de ahí con mi mente pensando que me iba a explotar", agregó el ex lanzador. Tiant pudo visitar a sus tías y primos, a quienes no había visto en sus 46 años de exilio.
"Uno se siente mal de tantos años sin ver a su familia y ni sabes cómo está tu familia, y es duro", dijo. "No están pasando hambre ni nada de eso, pero no están viviendo como uno pudiera estar viviendo más o menos aquí, decentemente. Es duro, es duro, cuando uno ve las cosas con sus propios ojos, ve las cosas que están pasando, no es tan fácil como la gente cree que es aceptar lo que es la realidad es lo que se está viviendo".
"Y sí fue duro. La gente, las casas, el deterioro que hay en todas las casas, las calles... la tristeza que te da de ver tu patria no como tú la dejaste. Se ven las casas como están, la necesidad de la gente, cómo andan. Y es duro, es duro. Yo salí de ahí con mi mente pensando que me iba a explotar", agregó el ex lanzador. Tiant pudo visitar a sus tías y primos, a quienes no había visto en sus 46 años de exilio.
"Uno se siente mal de tantos años sin ver a su familia y ni sabes cómo está tu familia, y es duro", dijo. "No están pasando hambre ni nada de eso, pero no están viviendo como uno pudiera estar viviendo más o menos aquí, decentemente. Es duro, es duro, cuando uno ve las cosas con sus propios ojos, ve las cosas que están pasando, no es tan fácil como la gente cree que es aceptar lo que es la realidad es lo que se está viviendo".
Para Tiant, el viaje no sólo servía para reencontrarse con su familia, sino con sus raíces. Se preguntaba cómo le recordarían en Cuba como pelotero.
"Habían como 100 personas hablando de pelota, discutiendo de pelota. Y eso es lo que hacen todos los días. Todos los días se reúnen ahí y hablan de pelota y saben más de pelota que la gente de aquí. Entonces empezaron, que El Duque, Contreras, que el hermano del Duque, entonces salió uno con un pullover azul y dice, 'Nahhhh, el mejor pitcher cubano es Luis Tiant'", dijo riendo.
"Yo no sabía qué hacer, con tanta gente y un calor bárbaro. Entonces, otros más veteranos, como de mi edad o un poquito mayor, y esos parecen que me conocían de cuando yo estaba allá. '¡No, que tú jugaste en La Habana!'" Me hicieron sentir bien que todavía me recuerdan y todo. Mi nombre suena en el ambiente beisbolístico en Cuba", precisó.
Para Tiant, la vida continúa en Massachusetts. "La satisfacción que tengo fue que yo le pedí a Dios que me dejara regresar ... Y lo hizo. Se me concedió. Yo lo que dije y es lo que dije en el documental es, 'Después de ésta, de este viaje, ya vi a mi patria, vi a mi familia, si me muero me muero con gusto'".
Galería de Fotos
Ficha Técnica
Título: El Hijo Perdido de La Habana
(The Lost Son of Havana)
País: USA
Duración: 105 minutos
Duración: 105 minutos
Género: Documental
Guión y Dirección: Jonathan Hock
Producción: Kris Meyer
Co-producción: Philip Aromando, Victor J. Melfa, Jr.
Productores Ejecutivos: Bobby Farrelly, Peter Farrelly
Fotografía: Alastair Christopher
Edición: Steven Pilgrim, John Walter
Narrador: Chris Cooper
Idioma: Inglés y Español
Casting y Créditos
Luis Tiant, Carlton Fisk, Carl Yastrzemski, Peter Gammons, The Tiant Family of Havana
Ver Documental online
(Inglés y Español)
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Qué Tengo Pa' Tí
2014