"Cine gay cubano"
Chamaco parte del descubrimiento de un muchacho asesinado en el Parque Central
de La Habana, que desata una serie de coincidencias y adentra al público
en el mundo sórdido -a veces insospechado- de la noche habanera y la
prostitución masculina.
Es una película que se ha visto, pero no totalmente terminada, enfatizó Cremata Malberti (su director), quien cuenta en su filmografía con largometrajes como la aclamada "Viva Cuba" y el multilaureado Premio Flaco.
Trailer
Juan Carlos Cremata Malberti
El Director
*- Cuando yo sea grande. (Serie infantil de 30 capítulos de 27´cada uno, para la TV Cubana. Desde 1984 a 1987).
El Director
Actor, escritor y director. Se graduó en 1986 de Teatrología y
Dramaturgia en el Instituto Superior de Arte de la Universidad de La Habana.
Ha dirigido y escrito programas para niños en el ICRT (Instituto Cubano
de Radio y TV). Es miembro de la UNEAC (Unión de Escritores y Artistas
de Cuba). Cursó estudios en la Escuela de Cine de San Antonio de los
Baños, en 1990. Ha sido invitado a numerosos festivales internacionales,
entre los que destacan: Oberhausen, Mannhein, Berlín, Londres, Leipzig,
Hamburgo, Viña del Mar y Sao Paulo. Ha impartido conferencias y
charlas en universidades de Roma, Santiago de Chile, Panamá, EE.UU. Fue
profesor de Montaje cinematográfico en la Universidad de Buenos Aires y
profesor de Dirección Cinematográfica en la Escuela Panamericana de
Diseño y Publicidad, y en el Centro de Experimentación en Cine y Video de
Buenos Aires, Argentina. En 1996, obtuvo una beca John Simon
Guggenheim, Nueva York. En 1998, fue invitado al taller de guión,
impartido por el Sundance Institute en México. En la actualidad es
coordinador docente en la Escuela Internacional de Cine y TV de San
Antonio de Los Baños, Cuba.
Filmografía
*- Cuando yo sea grande. (Serie infantil de 30 capítulos de 27´cada uno, para la TV Cubana. Desde 1984 a 1987).
*- Y dice una mariposa.... (Serie infantil de 25 capítulos de 27´cada uno, para la TV Cubana. Desde 1984 a 1987).
*- 1988
Diana. (Documental 16´).
Diana. (Documental 16´).
*- 1990
Oscuros rinocerontes enjaulados (muy a la moda).(Ficción 16´).
Oscuros rinocerontes enjaulados (muy a la moda).(Ficción 16´).
*- 1999
La Época, el Encanto y Fin de Siglo. (Documental 27´).
La Época, el Encanto y Fin de Siglo. (Documental 27´).
*- 2001
Nada. (Largometraje Ficción).
Nada. (Largometraje Ficción).
*- 2005
Viva Cuba. (Largometraje Ficción).
Viva Cuba. (Largometraje Ficción).
La Crítica
(Roberto Madrigal)
El
descubrimiento del cadáver de un joven en pleno Parque Central
habanero, la noche del 24 de diciembre de 2006, desata la
trama de Chamaco, la película más reciente del cubano Juan Carlos
Cremata Malberti. A partir de este hecho, se van a introducir los
distintos personajes a través de cuyas relaciones se revelarán las
claves de un misterio que en realidad no lo es y eso se sabe desde el
principio.
Dividida en capítulos o actos, la pesquisa verdadera es acerca de las relaciones entre los tres miembros de la familia Despas: Miguel el difunto, su hermana Silvia y su padre Alejandro, con Karel Darín, el asesino y amante de todos. La película circunvala anémicamente varios episodios sucedidos alrededor de la noche fatídica, unos ocurridos antes y otros después, aparentemente para ofrecernos un lado oscuro de La Habana.
Basada en la pieza teatral homónima de Abel González Melo, el primer problema de este filme es su excesiva teatralidad. Durante la mayor parte de la película Cremata mantiene la cámara fija y obliga a los actores a moverse con cuidado delante de ella. Este es un enfoque muy utilizado con otros propósitos y con originalidad por directores como Tsai Ming Lian; pero aquí las escenas están montadas como en una obra de teatro. Lo que sucede frente a la cámara son diálogos interminables que no conducen a ninguna parte y si bien a ratos fluyen con naturalidad, de repente se convierten en monólogos de un lirismo enragé que quizás suenan bien en un teatro pero que en el cine suenan completamente ridículos, a no ser que uno se llame Jean-Luc Godard. La trama, más que previsible, obedece a una agenda estricta y pierde fuerza dramática a medida que progresa.
El
regodeo en la sordidez no aporta nada. Ninguno de los personajes parece
capaz de emociones sinceras. El sexo tiene muy poco de goce y casi todo
de moneda de cambio. Las diferentes personalidades están dibujadas a
partir de los interminables diálogos y monólogos, sabemos quiénes son
porque se nos dice, pero no se ve nada, lo cual en cine es imperdonable.
Todos dicen ser una cosa; pero actúan de manera diferente. Esto pudiera
aportar un elemento de ambigüedad interesante, pero está presentado de
manera tan palmaria que hace innecesaria la indagación. El estereotipo
prevalece en la definición de cada cual, el abogado con una supuesta
posición respetable en la corte pero que lleva oculta su vida
homosexual; la médico insatisfecha con su vida y su carrera, que tuvo
que renunciar a todos sus intereses para ganarse la vida; el adolescente
rebelde, más bien sin causa aparente. Al final, las soluciones
dramáticas se expresan a tono de telenovela.
Laura Ramos en su papel de Silvia, demuestra madurez histriónica. El veterano Aramís Delgado hace lo que puede con su papel del abogado homosexual; pero a veces los parlamentos que le obligan a decir resultan difíciles de espetar sin atragantarse. Fidel Betancourt mantiene un buen nivel como el jinetero que cabalga lo mismo una hembra que un macho porque ninguno le interesa. Caleb Casas está muy mal en su papel de Miguel Despas, la víctima, resolviéndolo todo con gestos exagerados y levantando la voz inútilmente. Luis Alberto García en su papel del policía corrupto repite un personaje que ya ha hecho tanto en el cine cubano que se ha convertido en un huésped demasiado frecuente y lo puede hacer hasta dormido.
“No
estamos haciendo una crítica específica a nada en Cuba… estamos
utilizando esos personajes cubanos… para mostrar ese lado oscuro que
pueden llegar a tener ciertas personas en cualquier parte del mundo”,
repite Cremata entrevista tras entrevista. Sin embargo, la película,
fichada como del 2010, se exhibió a pedazos, como obra incompleta, en el
Festival de Cine de Miami, en la Muestra de Nuevos Realizadores y en el
32do Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, pero no fue hasta el 11
de junio pasado que se estrenó oficialmente y completa, en la sala
Charles Chaplin de La Habana y una semana después al público en general.
No sé si es que ha tenido problemas con la caprichosa censura, siempre
tan indefinida como ominosa. En realidad, lo único que pudo molestar a
las autoridades es el hecho de que el tema central sean, mayormente, las
relaciones homosexuales. Aquí no hay ninguna crítica al sistema, ni
siquiera velada. El policía de Luis Alberto García, que es en realidad
la única presencia del poder, es un corrupto; pero su actuación refleja
que está haciendo algo que no debe hacer y está violando sus funciones,
con lo cual el sistema queda exonerado de culpa. Las pequeñas alusiones y
los tímidos referentes, que hay que hurgar en sitios específicos de la
imagen, como Los Van Van enmudecidos en un televisor de fondo, el título
de un libro que se deja ver apenas y que resulta ser 'Canto a la hierba',
o Radio Reloj ofreciendo su teque cotidiano, no tienen articulación
ninguna con la trama y son pequeños e inofensivos pataleos.
Juan Carlos Cremata, que en once años solamente ha hecho las olvidables "Nada" y "Viva Cuba", no aporta mucho a su legado con este filme al cual la demora, forzada o no, lo hizo perder la carrera contra "Verde verde", la obra de Enrique Pineda Barnet, erigida en heredera panfletaria de "Fresa y chocolate", película que en las diferentes entrevistas con Cremata y en las críticas que se le han hecho en Cuba a "Chamaco", los autores parecen querer olvidar. La fotografía de Lily Suárez Rodesse es poco inspirada y la música es muy buena; pero no se conjuga bien con la trama.
Chamaco es una película gay, y no es más que una trama aburrida, carente de dramatismo, realizada bajo patrones convencionales, despojada de toda sutileza. Un círculo vicioso que no conduce a nada.
Chamaco es una película gay, y no es más que una trama aburrida, carente de dramatismo, realizada bajo patrones convencionales, despojada de toda sutileza. Un círculo vicioso que no conduce a nada.
Entrevistas a Cremata y Luis Alberto
Ficha Técnica
Título: Chamaco
Género: Cine Gay
Duración: 99 minutos
Dirección: Juan Carlos Cremata Malberti / Iraida Malberti
Producción: Juanma Villar Betancort / Juan Carlos Cremata
Autor: Abel González Melo
Guión: Juan Carlos Cremata Malberti / Abel González Melo
Fotografía: Lily Suárez
Música: Amaury Ramírez Malberti
Elenco:
Alina Rodríguez / Fidel Betancourt / Aramís Delgado
/ Luis Alberto García / Laura Ramos / Caleb Casas / Pancho García / /
Alfredo Chang
Productora:
Trova Film