"Ideas que cambian vidas"
El ingenio se ha convertido en un bien típicamente cubano. En la isla
escasean los productos más habituales y apenas existen piezas de
repuesto para reparar los aparatos de uso cotidiano. Los salarios
oficiales no alcanzan y muchos cubanos buscan fuentes alternativas de ingresos. Los mecaniqueros utilizan la inventiva para reparar lo
irreparable y consiguen todo aquello que se propongan. Este documental
muestra que la necesidad agudiza la mente de estos jóvenes decididos.
Mecaniqueros es una producción francesa de 52 minutos de duración que muestra cómo la imaginación y el ingenio se han convertido en elementos imprescindibles entre los cubanos. La mayoría de los productos se ofrecen a un precio desorbitado, no existen piezas de repuesto que permitan las reparaciones, y las dificultades para sobrevivir son un problema cotidiano. Los mecaniqueros utilizan todo tipo de trucos para conseguir aquellas cosas que normalmente no están al alcance de todos.
El documental filmado totalmente en La Habana Vieja fue dirigido por Joanne Michna, producido por el Canal ARTE de Francia y emitido en el espacio "La noche temática" de la TV Española el domingo 07 de mayo de 2006.
Mecaniqueros es una producción francesa de 52 minutos de duración que muestra cómo la imaginación y el ingenio se han convertido en elementos imprescindibles entre los cubanos. La mayoría de los productos se ofrecen a un precio desorbitado, no existen piezas de repuesto que permitan las reparaciones, y las dificultades para sobrevivir son un problema cotidiano. Los mecaniqueros utilizan todo tipo de trucos para conseguir aquellas cosas que normalmente no están al alcance de todos.
El documental filmado totalmente en La Habana Vieja fue dirigido por Joanne Michna, producido por el Canal ARTE de Francia y emitido en el espacio "La noche temática" de la TV Española el domingo 07 de mayo de 2006.
Esa misma noche la TV Española transmitió tres documentales referentes a Cuba con la siguiente presentación: "Para intentar conocer cómo es la
realidad actual de la isla y de los cubanos que viven dentro y fuera de
ella, así como el perfil menos conocido del líder cubano, la Noche temática emitirá los documentales Mecaniqueros, Lejos de Fidel y Fidel, la historia no contada".
Parece que la
supervivencia en Cuba dependiera fundamentalmente de la libre
iniciativa que se desarrolla ilegalmente, duramente perseguida por un
Estado que, al parecer, condena a cuatro años de cárcel a todo aquel que
deje su trabajo colectivo. Extrañamente, en el programa no deja de salir
el personal plenamente ocioso que no tiene miedo ninguno de mostrar su rostro,
incluso su casa y la calle donde viven, así como todas las pequeñas
corruptelas que desarrollan para ganar plata o conseguir cosas.
El documental muestra justamente el particular
mundillo cubano con el que se suelen encontrar buena parte de los
turistas que viajan a Cuba. Desde Habana Vieja-Centro Habana se juzga Cuba y
la Revolución con una frivolidad a menudo insultante. Conseguidores de todo
tipo con una labia impresionante que se autoheroifican por todo lo
que tienen que sacrificarse para sobrevivir. Construyen un
discurso lleno de incoherencias e injusticias para con el esfuerzo
revolucionario y la realidad que el socialismo ha traído a la isla. Y los
reporteros europeos les dan todo el pábulo posible con una
unilateralidad que sólo puede ser propia de la propaganda.
Fulano es bailarín de
altura; pero se gana la vida con el restaurante privado de su familia. Menos
pintura para dar un aspecto menos mugriento a su casa, no le falta de nada.
Exhibe un cuerpo bien formado, atlético, propio de una alimentación rica en
proteínas. Tiene tiempo para ayudar en el restaurante, charlar, colaborar
con el mecaniquero jefe en sus trapicheos recorriendo media ciudad a
pie para hacerse con un interruptor de luz. Un tal Vladimir, que tiene un
pequeño taller de reparaciones en casa, le ofrece un estupendo
invento para suplir la carencia de interruptores. Vemos cómo se lo da gratis
al supuesto mecaniquero, sólo por el placer de mostrar su ingenio.
Vladimir nos cae mejor, muestra esa realidad que la Revolución tan bien
defiende: el dinero no lo es todo, ni mucho menos.
Mengano, claramente el
jefe de la banda, trabaja en no sé qué del Estado (¿de veras? Pues va
poco a curralar) y luce una buena barriga y una complexión fuerte.
También es un tipo saludable y refulgen en su piel brillante una enorme
cadena de plata y pantalones pirata de los que están de moda en
Europa. Tiene tiempo para darse un buen garbeo por Viñales con sus amigos
para comprar un cerdo, o para pasar las horas sentado en el umbral de su
casa esperando a que sus clientes acudan a solicitarle apaños de toda
índole. Dice ser un tipo con iniciativa, paradigma del empresario al
que la Revolución no le deja desarrollarse. Sueña con tener su propio
negocio (como si no lo tuviera ya) y curiosamente asocia a esta idea la de
"tener un futuro, una mujer que me quiera, hijos". Pero mientras
tanto, lejos de buscar estabilizar su existencia, disfruta, y bien, con sus
tareas de buscavidas con teléfono móvil de penúltima generación.
Curiosamente, no aparece
ni un átomo de violencia en la existencis de este personaje presuntamente
desesperado por las restricciones y carestías del socialismo. Bailan,
sonríen todo el tiempo. En su dura tarea por sobrevivir se lo pasan
bomba; bañándose en las tripas de un mogote de Viñales, o en la fiesta que le
organizan a una niña por sus quince años. No tienen patrón que los explote,
ni horarios extenuantes, ni malnutrición, ni enfermedades.
Y... ¿qué es lo que
resuelven? Que algunos cubanos puedan llevar a su novia al restaurante;
montar un pedazo de fiesta con música de calidad en directo -impensable algo
así para una familia trabajadora en España- para una niña que cumple los
quince (la mamá se queja de que tiene que trabajar para ganarse la vida y de
que lleva una año y medio ahorrando para la fiesta de la hija, a la que ha
tenido que criar ella sola; a la muchacha se la ve feliz y bien
nutrida, no ha tenido que curralar ni un minuto de su vida, está hecha
una auténtica princesa); que un músico, a cambio de tocar en la
fiesta, consiga ponerse un diente de oro ...
No parecen problemas de
supervivencia básica. En el documental no se explica en realidad cómo
se organiza en Cuba lo esencial, o sea, la
alimentación, los bienes básicos, la escolaridad, la salud... de todo el
mundo sin excepción. No sale lo que explica que en todo el reportaje no
aparezca ni un solo niño trabajando o buscándose la vida (¿ cuántos niños
de la calle aparecerían en un documental sobre un barrio humilde, como
la zona de Jesús María; pero en Colombia, Ecuador, México, Argentina o
Brasil ?). No hay ni la menor señal de lo que explica tanta felicidad
en la escasez... en mitad del bloqueo estadounidense. ¿ Por qué no dice nada
de la guerra económica el documental, cuando resulta que tiene mucho que
ver con la carestía de bienes básicos ? Todo el mérito se queda en la
iniciativa privada de los mecaniqueros.
La primera reflexión
crítica que en justicia, habría que hacer a la vista de todo esto: sería una pena que el desarrollo económico en el que, poco a poco, está
entrando la economía de la isla, diera al traste con tanta reutilización,
con tanto reciclaje, con ese pequeño paraíso del ecologista donde nada se
tira y todo se resuelve. Ojalá el Estado cubano entre mucho mejor a
resolver, que esa marea de ingenio no se vea constreñida a lo
marginal y lo privado. Que sea capaz de acercarse a toda esa realidad de
manera más positiva, no como mera ausencia, y la pueda revertir
completamente hacia el esfuerzo por la dignidad y la independencia.
La segunda reflexión
crítica que en justicia, habría que hacer a la vista de todo esto: Hay
mucha batalla cultural por librar cuando los sueños de muchos son de
telenovela, como la niña que celebra su fiesta imitando el fasto
televisivo, o la vieja que echa de menos la programación televisiva de
gobiernos anteriores (Batista, vamos) porque sí que era buena y no lo
que echan ahora, que sólo hay una telenovela al día y la que el Estado quiera.
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Qué Tengo Pa' Tí
2013