Qué Tengo Pa' Tí: los van van 3

"La Historia"

Van Van, empezó la fiesta!, es un documental realizado en Cuba y recoge todas las intimidades de la agrupación emblemática de Cuba: Los Van Van. Dirigida por la argentina Liliana Mazure, el cubano Aarón Vega y bajo la producción de Juan Devoto, Van Van, empezó la fiesta! comienza con la presentación de Los Van Van en el malecón habanero a la altura de "La Piragüa" un 4 de diciembre, noche de Santa Bárbara Changó, ante 100 mil personas coreando las canciones interpretadas por Pedro Calvo, Mayito Rivera y Robertón, envueltos en una atmósfera afrocubana.

Este documental muestra los éxitos, los fracasos y la controversia que los miembros del grupo han experimentado a lo largo de su carrera artistica, comenzando con la celebración en La Habana de sus 30 años de fundada la agrupación, hasta el controvertido concierto en Miami publicado en "Qué Tengo Pa´Tí" y la entrega del premio Grammy recibido por Samuel Formell en Estados Unidos.

De una forma coloquial y con una secuencia lógica, el guionista Martín Salinas nos adentra en el mundo musical de Los Van Van, utilizando locaciones características de la agrupación tales como el barrio de Mayito Rivera, la casa de Juan Formell, los estudios de grabación, la Escuela de formación de talentos musicales, el recorrido del premio Grammy por las calles de La Habana, hasta la entrevista de prensa concedida por Los Van Van a su llegada al aeropuerto internacional de Miami.

Un documento histórico-musical que perdurará en el tiempo para bailadores y admiradores de Los Van Van. Como dijera el crítico Adolfo Martínez en el periódico argentino "La Nación": - Los muchos admiradores de esta banda representativa de la música cubana de hoy, gran maquinaria para hacer bailar, estarán de parabienes frente a esta realización que contiene sus temas más recordados.

Durante el transcurso del documental Van Van, empezó la fiesta! entre música y baile, van surgiendo pasajes testimoniales de los integrantes del grupo, las declaraciones de su director Juan Formell, el amor de la gente por su música verdaderamente popular, que terminan por dar una idea de la evolución y la presencia de Los Van Van en la música cubana.

En algunos intermedios se destacan puntos que los realizadores tocan a profundidad; pero siempre con una alegría y una empatía que empapa las imágenes. Un ejemplo es el proceso de integración paulatina de músicos jóvenes que van sustituyendo a los viejos por causa natural de la edad.

Los testimonios de viejos y jóvenes, sobre su actividad dentro del grupo y su instrumento particular, dejan ver que se cumple lo que se dice: Se busca que "la gente joven que entre, que entienda lo que se está haciendo aquí desde hace muchos años".

A esa continuidad musical se suman sinérgicamente las aportaciones de jóvenes y viejos para entregar una música viva donde todos evolucionan a la par. Ejemplo de ello lo tenemos en Samuel Formell en sustitución de esa gran leyenda de la percusión (Changuito).

Es patente que el eje sobre el cual giran todos, es la libertad que todos tienen para la creatividad musical bajo el mando de Juan Formell; pero los realizadores muestran que esa libertad y ese goce por la música no están limitados a los conciertos o al resultado final de los discos. Las cámara van detrás de las bambalinas o hasta el mismo estudio de grabación, en donde se remarca el perfeccionismo de los participantes.Con Close up y cámara en mano se asiste a la grabación por track individual de instrumentos separados, de coros, de voces, de solistas.

También hay momentos de reflexión, donde uno de los miembros habla de la vieja costumbre de que los músicos de conservatorio evitaban que la música popular fuera una enfermedad crónica, es decir mezclar lo culto con lo popular. Sin embargo, el tiempo contradijo el concepto pues hoy en día lo popular rebasa lo culto en la música cubana. Por otra parte los realizadores del documental muestran el arraigo de la orquesta en el gusto de la gente. Los testimonios se suceden unos detrás de los otros, de niños a jóvenes. Unos cantan sus canciones, otros muestran su orgullo por la orquesta, y hasta se les predice la dicha y la buena fortuna.

También los realizadores muestran las consecuencias políticas de la agrupación emblemática cubana. La nominación de Los Van Van a los premios Grammy´s y la primera presentación en Miami, causaron revuelos y notas periodísticas en todo el mundo.

Desde el punto de vista cinematográfico, el documental Van Van, empezó la fiesta! cumplió con su objetivo, y ésto sucede cuando el principal protagonista es la música como personaje central, cuando lo que ocurre en el escenario está dictado por el rítmo inigualable de la música cubana, lo más sencillo sería ilustrar y dejar correr las cámaras múltiples ubicadas en un único concierto; pero los realizadores buscaron otra cosa, que lograron con un trabajo finísimo de edición que NO se nota si no se pone la debida atención. Y es que varias canciones corren completas en pantalla, en vivo, pero las imágenes de esa canción provienen al menos de dos conciertos distintos.

El manejo de entradas y salidas, de movimientos en cuadro de una a otra toma están muy bien logrados. Podrá ser muy sencillo el montar imágenes de fuentes distintas para dar vida a una canción única; pero los que editaron éste documental conocen que no es fácil, que se requiere de muchas horas de trabajo en editoras para llegar a la perfección de lo "natural".

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En ese sentido, la labor de edición de la cinta se hace notable, gracias a Miguel Sverdfinger. Mientras menos se nota su mano en los últimos musicales, más brillante resulta su labor para los profesionales del montaje audiovisual, con un ojo dedicado a éste tipo de trabajo.

Así las imágenes no son esclavas de la música, cuando esta última es la reina temática de una película. Se buscó una solución creativa que aportara riqueza al conjunto de la película.

Finalmente se trata de un documental realizado con gran sencillez y a la vez con eficacia. Sin embargo, hay que señalar que se trata de una cinta originalmente pensada para la televisión y rodada con cámara digital, con todas las ventajas y todas las limitaciones que ello supone.

Hay, como sería de esperar, numerosas actuaciones musicales. A través de éstas se exploran, entre otras cosas, las implicaciones de dedicarse a la música popular y convertirse en fenómeno de masas y las polémicas que pueden llegar a suscitar las letras de sus canciones: auténticas crónicas urbanas expresadas con el lenguaje de la calle, capaces de provocar cierto malestar en las esferas políticas e incluso entre los músicos clasicistas del Conservatorio.