Dirty Dancing 2: Havana Nights




"La pasión por el amor y la danza"


Hoy te traigo una propuesta interesante desde el punto de vista artístico e histórico. Se trata de la segunda entrega de la conocida "Dirty Dancing" que protagonizara Patrick Swayze y Jennifer Gray en 1987, y que tanto éxito taquillero tuvo en los cines.
Para elegir el reparto de esta segunda parte se tuvo muy en cuenta las exigencias propias de una apasionante historia de amor. Ferland (el director); lo explica así: "Una de las cosas que diferencian a esta película de la original es el orígen de la historia de amor. Katey y Javier se hacen muy amigos antes de enamorarse". Tenía que encontrar actores que lograran hacer esa etapa creíble, además de sexy y romántica.

Romola Garai



Romola Garai, la estrella que comenzó su carrera en "Nicholas Nickleby" y "I Capture the Castle" interpreta a Katey Miller, una estudiante ejemplar a la que Ferland describe como "un poco solitaria, absorbida por los libros. La forma de ser de Romola es perfecta para el mundo y para la época que narra la película. Y, al igual que Katey, es muy inteligente".

Garai comenta que en un principio Katey se resistía a mirar más allá de sus libros. "Katey no quiere estar en Cuba; está estudiando y se ha trazado sus metas y ambiciones. Es una persona muy seria y le cuesta adaptarse al cálido y apasionado estilo de vida cubano".

Para dar vida a Javier, Ferland buscaba un actor capaz de transmitir una alegría de vivir que dejara a Katey indefensa. Eligió al joven y carismático actor mexicano Diego Luna, que protagonizó el éxito de Alfonso Cuarón “Y Tu Mamá También”. Ferland nos lo cuenta: "Basta con mirarle a la cara y fijarse en su sonrisa para darse cuenta de que es una persona de carácter alegre y despreocupado. Es justamente el mejor amigo que Katey necesita. Y la química entre Romola y Diego surgió desde el mismo momento en que los pusimos frente a frente en una prueba de cámara".

Diego Luna



El idilio que nace entre Katey y Javier es el primero para los dos. Aunque Javier es el cabeza de familia, carece de la experiencia necesaria para saber qué hacer cuando se enamora de esta chica norteamericana. Luna lo describe así: "Javier tiene que tomar decisiones muy importantes, pero en realidad no es más que un chiquillo. No sabe nada del amor, ni de lo que significa estar enamorado".

Garai y Luna se hicieron amigos en cuanto empezó el rodaje, ya que los dos actores tenían que abordar la misma difícil tarea: dar vida a dos personajes que proceden de ambientes y países diferentes. La productora Sarah Green comenta: "Romola ocultó su acento británico y se convirtió en una auténtica norteamericana. Diego transformó sus raíces mexicanas en cubanas y empezó a hablar inglés con acento cubano. Aportaron un toque de frescura a la historia gracias a este desafío que tuvieron que afrontar. Y eso hizo aún más interesante la historia de amor entre dos personas tan distintas”.

Para elegir a los padres de Katey, Bert y Jeanne Miller, los realizadores tuvieron que tener en cuenta tanto el pasado de los Miller como campeones de bailes de salón, como la razón por la que van a La Habana. Ferland lo resume así: "Estos dos actores además de atractivos y ágiles; tenían que parecer bailarines. También debían dar la impresión de haber triunfado en la vida, de ser ejecutivos de éxito".

Green añade: "La película está ambientada en los años 50, cuando la gente se casaba y tenía hijos muy joven. Necesitábamos una pareja joven y atractiva".

Sela Ward, la estrella ganadora de un Emmy por "Once and Again", interpreta a Jeannie Miller. Green señala: "Sela es muy guapa y elegante y tiene cuerpo de bailarina. Además, posee un carácter muy peculiar, un factor muy importante ya que Jeannie y Katey se pelean sin descanso durante toda la película. Sela es capaz de hacerte creer que a pesar de discutir con su hija la quiere con locura".

Sela Ward



Ward señala que las reacciones de su personaje se ven inevitablemente influidas por su propia experiencia como bailarina de salón. "Jeanne abandonó su carrera y el baile para tener hijos. Por eso, ver a su hija en la pista de baile haciendo lo que ella tanto añora le produce una sensación agridulce".

Junto a Ward podemos ver al actor John Slattery que ha protagonizado la película de HBO "K Street". Green quedó entusiasmada con la actuación de Slattery en “Traffic”, que consiguió varios Oscar®, y lo considera uno de los actores más versátiles de Hollywood. "John es una de esas personas camaleónicas que se sumergen totalmente en su papel. Emana una sencillez y una dulzura que lo hacen perfecto para este papel. Es paternal sin ser el típico padre. Además, John tiene la elegancia, el carisma y el estilo que necesitábamos para Bert", comenta la productora.

John Slattery



Hay otro bailarín de renombre en la película: Patrick Swayze. La estrella de la película original “Dirty Dancing” encarna al profesor de baile de un hotel. La primera vez que aparece en pantalla, el personaje de Swayze está haciendo una demostración con su pareja, interpretada por Jansen, la coreógrafa de la película y fuente de inspiración para el personaje de Katey. En una secuencia posterior, practica con Katey y le ayuda a superar sus miedos. "El profesor de baile es un mentor fundamental para Katey tanto a nivel práctico como emocional. Es la única persona a la que puede acudir, ya que no puede confesarle a sus padres que va a participar con Javier en el concurso de baile", señala Jansen. Y añade: "Contar con Patrick Swayze para ese papel fue un regalo por partida doble. Evidentemente, resulta completamente creíble como profesor de baile y, además, nos brindó la oportunidad perfecta de rendir tributo a la primera película".
Patrick Swayze



Y continúa: "Bailar con Swayze fue increíble. Es muy imaginativo y atento; tiene una integridad tremenda cuando ensaya y baila. Es un bailarín de ensueño y una persona realmente encantadora. Nos alegró mucho contar con él".

Mika Boorem, que recibió el aplauso de la crítica por su actuación en la película de surf "Blue Crush" (En el filo de las olas), interpreta a Susie, la hermana pequeña de Katey. Green señala que el personaje de Boorem es muy diferente al de su hermana mayor. "Susie es la chica popular, la que encaja en cualquier sitio. Mika es atrevida y divertida, así que era perfecta para el personaje. Susie y Katey se pelean como todas las adolescentes, pero también se quieren y se apoyan. Y Mika ha captado todas esas facetas", recalca Green.



Mika Boorem



El actor cubano René Lavan da vida a Carlos, el hermano mayor de Javier. Al igual que con las hermanas Miller, la relación entre Carlos y Javier se basa en la competitividad y el compañerismo; en el caso de los hermanos Suárez, su relación se complica a causa de la Revolución. El modo de actuar de Carlos refleja la lucha por la libertad que se produjo en Cuba. Green comenta: "Carlos está muy comprometido con la causa y deja un poco de lado a su familia, pero tiene una razón de peso para hacerlo. René aporta un toque de humanidad a un personaje radical, porque consigue transmitir el amor que se profesan Carlos y Javier, que hará que al final se perdonen mutuamente".

René Lavan


Completando el reparto secundario se encuentran Jonathan Jackson, que da vida a James Phelps, enamorado de Katey, y January Jones como Eve, la cabecilla del grupo de adolescentes. Green elogia a los dos actores por haber evitado los estereotipos al interpretar a jóvenes norteamericanos que crecen en una burbuja de privilegios y sofisticación. "Sus caracterizaciones fueron muy inteligentes", afirma. "No queríamos que James fuera un estereotipo, sino un chico normal al que le viene grande la situación y acaba perdiendo el control. Jonathan retrató muy bien a este personaje que a pesar de tener algunos defectos es sexy y atractivo".

Jonathan Jackson



January Jones


Y prosigue: "January se divirtió mucho interpretando a Eve, pero también aportó otras muchas cosas al personaje además de comicidad. En primer lugar, es muy inteligente y se nota en su retrato de Eve. También le dio al personaje un toque de humor muy personal. No resulta un personaje desagradable, sino más bien gracioso".

Trailer


Al igual que en la película original "Dirty Dancing", en “Dirty Dancing: Havana Nights” se combinan el amor, el baile y una historia personal. En 1958, JoAnn Jansen era una adolescente que vivía en St. Louis, Missouri, cuando trasladaron a La Habana a su padre, un ejecutivo de Aluminios Reynolds. Jansen no quería marcharse de St. Louis, pero no le quedaba otra elección. Su familia pasó a formar parte de la comunidad estadounidense que residía en lujosos hoteles de La Habana, donde vivían a cuerpo de rey y socializaban en exclusivos clubes de campo, ostentosas fiestas privadas y opulentos nightclubs/casinos. Para ella trasladarse a un nuevo país supuso un auténtico shock cultural, por decirlo de alguna forma. Jansen lo recuerda así: "Nosotros éramos una familia de clase media y, de repente, vivíamos en un hotel de lujo con servicio doméstico y un chofer a nuestra disposición las veinticuatro horas del día. Se supone que formábamos parte de la clase alta estadounidense, pero yo me enamoré de un chico latino que me descubrió un país increíble".


Al descubrir Cuba también conoció una cultura en la que el baile y la música forman parte de la vida cotidiana. Jansen bailaba bien; había estudiado ballet durante años y sus padres habían sido bailarines de salón profesionales. Pero la forma de bailar en Cuba -el modo en que se mueve la gente, la forma en que se rozan los cuerpos- era un mundo aparte. Para los cubanos, el baile también era una forma de expresarse a través del cuerpo. Jansen nos lo cuenta: "Jamás había visto nada ni remotamente similar a la forma de bailar que descubrí en La Habana. Pero no se trataba sólo de algo sexual; también tenía que ver con la libertad corporal y de expresión. Descubrí que puedes mover el cuerpo como te apetezca. Forma parte de tu personalidad y nadie puede arrebatártelo. Los cubanos lo saben muy bien".


La experiencia de Jansen en Cuba influyó en múltiples facetas de su vida, incluida la decisión de convertirse en bailarina profesional. Jansen dirigía su propia compañía de danza moderna en Nueva York cuando conoció a Lawrence Bender, que comenzó su carrera profesional como bailarín y actor. Se hicieron amigos y terminaron trabajando juntos cuando Bender se hizo productor y colaboró en películas como "Pulp Fiction" de Quentin Tarantino y "Fresh" de Boaz Yakin. Desde entonces, Bender y Janson han trabajado en el desarrollo de la versión cinematográfica de la experiencia que vivió Jansen durante su adolescencia. Las piezas encajaron definitivamente cuando Bender se implicó en la producción de una nueva entrega de "Dirty Dancing". Bender nos lo cuenta: "Estaba hablando con JoAnn y Boaz Yakin y nos dimos cuenta que la historia de JoAnn era perfecta para una película "Dirty Dancing". Antes era bailarín, así que la perspectiva de hacer una película de baile o un musical me hacía mucha ilusión. Era un proyecto que deseaba realizar desde hacía mucho tiempo".


Yakin se comprometió a elaborar un guión inicial y, en 2001, Bender y Jansen expusieron su idea a Artisan Entertainment y Miramax Films, que habían formado equipo para producir la nueva "Dirty Dancing". Bender afirma que nadie consideraba que el proyecto fuera a sustituir la primera película. “Me encantó 'Dirty Dancing'. Es una película muy especial", declara, señalando que desde que se estrenó en 1987 la película se convirtió en "un auténtico fenómeno. El público nunca había visto unos bailes como aquellos. Pero lo más interesante de esta historia es Cuba. En cierta forma, Cuba es una especie de fruta prohibida. La mayoría de los estadounidenses no han estado nunca en Cuba, pero es un país que ejerce una extraña fascinación".


Los personajes y el singular escenario de la película fueron los elementos principales que convencieron al aclamado director Guy Ferland, que ha colaborado en proyectos de la talla de la serie de televisión "The Shield" (The Shield: Al Margen de la Ley) y del galardonado telefilme Bang, Bang, You're Dead" de Peabody. "Lo que más me atrajo fue que los protagonistas son prácticamente polos opuestos y, sin embargo, encuentran un punto en común en el terreno emocional. Hoy en día, me parece un tema muy interesante para utilizar en una película", declara Ferland. "El ambiente que reinaba en Cuba en 1958 era sobre todo musical y cultural. Y lo que nosotros hemos hecho es explorar estos dos elementos desde la perspectiva de una ingenua adolescente estadounidense. Por eso, la película no es sólo una historia de amor, sino también un musical, un drama y una historia sobre una cultura y un país diferente".


La coreografía de “Dirty Dancing: Havana Nights” procede de la narrativa y abarca una amplia y llamativa variedad de estilos. La coreógrafa Joann Jansen elaboró números de baile para cada uno de los cuatro locales de baile principales: el Palace, donde los concursantes realizan bailes estructurados; la Rosa Negra, el club clandestino donde los cubanos bailan de forma extremadamente atrevida; el club de campo, donde los adolescentes norteamericanos van a bailar el rock and roll de los años 50; y las calles y plazas adoquinadas de la Habana, donde los cubanos de todas las edades bailan al ritmo de la música callejera.


Al describir la fabulosa coreografía de Jansen para la película Ferland declara: "Consiguió fusionar muchos estilos. La salsa fue sólo el principio; también había merengue, mambo, bailes afrocubanos y bailes de salón. Todos maravillosamente mezclados por JoAnn".


En la película, los cambios emocionales se expresan a través del baile. Por ejemplo, a medida que Katey va experimentado cambios, se va sintiendo más cómoda con los incandescentes ritmos afrocubanos. Jansen lo explica así: "Katey es una chica que está encerrada en sí misma, pero este tipo de baile requiere contacto corporal y hay que dejarse llevar por tu pareja. Así que Katey no puede aprendérselo de memoria. Tiene que seguir a Javier al ritmo de la música y dejar que el ritmo de los tambores marquen los movimientos de su cuerpo. Y al final llega al punto en que puede penetrar en su interior y liberarse a sí misma. El baile es su forma de expresar su sensualidad y su paso de niña a mujer.”

Tanto Katey como Javier son bailarines experimentados que aportan estilos diferentes a su relación secreta. Sin embargo, ni Garai ni Luna tenían experiencia profesional como bailarines, así que la primera tarea de Jansen fue enseñarles las aptitudes y los pasos que sus personajes ya conocían o iban a aprender. Antes de comenzar la producción, los actores pasaron diez semanas en Puerto Rico entrenando ocho horas diarias con Jansen y otros cuatro bailarines y coreógrafos.

"Fue como volver al colegio: teníamos que madrugar mucho para ir a trabajar. Recibimos clases de bailes afrocubanos, tango, salsa, plena y muchas cosas más", recuerda Luna. Garai y él también se informaron sobre el contexto histórico en que surgieron algunos de estos bailes. 

"Fue muy interesante estudiar la influencia africana en el baile del Caribe. Por ejemplo, el profesor nos mostraba un paso de estilo flamenco y nos explicaba que lo habían inventado los esclavos para burlarse de sus amos. Luego salíamos por la noche y veíamos a la gente haciendo ese tipo de movimientos. En ese momento te das cuenta que esas influencias africanas están presentes en sus vidas”.

Y sigue diciendo: “Todos los días empezábamos con una hora de calentamiento, después practicábamos el juego de pies para la salsa y ensayábamos durante una hora con nuestra pareja antes del descanso para comer. Después del descanso, el entrenamiento terminaba con la coreografía”. Jansen nos lo explica: "Empezamos creando números y combinaciones de movimientos con los brazos y los pies. Cuando bailas con alguien los brazos no hacen lo mismo que los pies; en cierto modo, tu cuerpo está dividido en dos. Romola y Diego tuvieron que aprender a mover los pies al ritmo de las maracas mientras que sus brazos seguían otro ritmo diferente. Es un trabajo de profesionales".

El primer número de baile que creó Jansen es uno de los dos bailes que interpretan Katey y Javier en el Palace. "Es una mezcla de lo que Katey aprende de Javier en la Rosa Negra y de lo que Javier aprende de Katey sobre bailes de salón. Los fusionamos y convertimos su número en un baile de salón elegante y ágil que va transformándose en un baile funky, sexy, afrocubano y sensual”.

Garai y Luna practicaron el número una y otra vez, hasta que dejó de ser una simple coreografía para convertirse en algo más visceral. Garai recuerda el momento en el que por fin encajaron todas las piezas: “Dos semanas antes de que finalizará el período de ensayos, realizamos el número tres veces. La primera vez nos quedó aceptable; lo hicimos todo en su tiempo y no estuvo mal. La segunda vez nos dijeron: 'Tenéis que sentirlo'; la técnica no nos quedó muy pulida, pero tenía mucha más energía y pasión, estábamos más entregados. La tercera vez se fusionaron la técnica y las emociones, de repente todo fluyó a la vez".

A partir de ese momento, la coreografía se convirtió en un auténtico trabajo en equipo de Jansen, Garai y Luna. Jansen comenta: “Cuando ensayábamos otras escenas de baile, Romola y Diego ya tenían los conocimientos necesarios para decir: 'Creo que debería hacer este paso para construir la historia, porque es el que mejor expresa los sentimientos de mi personaje en ese momento'. El baile salía de ellos, de los sentimientos de sus personajes y del punto en el que se encontraban en la historia. Por eso, los espectadores tendrán la sensación de que estos chicos se están enseñando algo para luego interpretarlo”.

Curiosidades

1.- El guión es de Boaz Yakin y la debutante Victoria Arch, los cuales se basan en la historia real de la productora JoAnn Jansen, quien se trasladó a Cuba con su familia en 1958.

2.- Cuando se anunció el rodaje de la película se mencionó a Ricky Martin y Natalie Portman como posibles protagonistas.

3.- Se presenta como la segunda parte de "Dirty Dancing" (1987), protagonizada por el desaparecido Patrick Swayze y Jennifer Gray, aunque la historia transcurre años antes que la de la primera entrega.

4.- Ninguno de los protagonistas sabía bailar Salsa y pasaron 10 semanas en Puerto Rico entrenando 8 horas diarias con JoAnn Jansen.



Sinópsis

Ambientada en la decadente, glamorosa y cada vez más peligrosa Cuba pre-revolucionaria, Dirty Dancing 2 reinterpreta el enorme éxito cinematográfico de 1987 desde una nueva perspectiva La película narra la historia atemporal de una joven que descubre el amor, la sensualidad y la independencia - todo acompañado de un estilo y un ritmo tórridos-. En 1958 la joven Katey Millar (Romola Garai) se traslada con su familia a Cuba, donde su padre es trasladado por su empresa, la Ford. Katey empieza a frecuentar a los otros jóvenes americanos del hotel, el exclusivo Oceana Hotel. Pero entonces conoce a Javier (Diego Luna) un camarero y excelente bailarín, que la lleva a conocer la otra Habana. Decidida a aprender a bailar, Katey convence a Javier para presentarse a un concurso en el Casino, todo ello con el desconocimiento de sus padres.


Ficha Técnica

Director: Guy Ferland
País: USA
Género: Drama musical
Duración: 86 min.
Guionistas: Boaz Yakin y Victoria Arco
Productores: Lawrence Bender y Sarah Green
Productores Ejecutivos: Jennifer Berman
                                           Rachel Cohen
                                           Amir Malin Jacob
                                           Bob Osher
                                           Meryl Poster
Música Original: Heitor Pereira
Fotografía: Anthony B: Richmond
Editores: Luis Colina y Scott Richter

Reparto:

Diego Luna como Javier Suárez
Romola Garai como Katey Miller
Sela Ward como Jeannie Miller
John Slattery como Miller Bert
Jonathan Jackson como James Phelps
January Jones como Eva



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Qué Tengo Pa'Tí
2012


1 comentario:

  1. Y pensar que gracias a este post podemos ver la pelicula. Si la pagina fuera de estados unidos o inglaterra, seguro que no pudieramos verla, porque no le gustan compartir nada con nadie ... comanse su m .....!!!!

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