Fresa y Chocolate




"El despertar del cine cubano"


Fresa y Chocolate  nace en medio de la peor crisis económica de Cuba, está basada en una novela de Senel Paz y fue dirigida por Juan Carlos Tabío y Tomás Gutiérrez Alea, el gran maestro del cine cubano. Es la historia de la amistad entre un joven comunista y un intelectual gay, que decide abandonar el país escapando de la intolerancia.

La escritora Vasilia Papastamatiu cree que estremeció a la sociedad, "significó un primer paso para romper prejuicios y tabúes, para que naciera un movimiento en defensa de esa comunidad y también para ampliar el espacio a todos aquellos que son diferentes. Se logró porque fue una película muy bien realizada que le gustó a la gente a pesar de que criticaba sus propios prejuicios".  "Además lo irradió al resto de las artes que comenzaron a tocar el tema", aseguró la psicóloga e investigadora social Maricela. Agrega que indicó un nuevo camino porque "mucha gente perdió amistades por el estigma de la homosexualidad. Sin embargo, la película propone la amistad posible entre los dos personajes, al margen de sus diferentes preferencias sexuales".

Jorge Perugorría recuerda que entonces "éramos conscientes de que estábamos haciendo una película necesaria y ese era nuestro combustible"; pero agrega que muchas veces se preguntaban si semejante crítica sería puesta en los cines. Incluso "cuando presentábamos la película en Europa, en EEUU, en Japón, la gente se asombraba de que hubiéramos podido hacerla en Cuba. Rompió esquemas y demostró que Cuba estaba llena de contradicciones, de personas que pensaban diferente, practicaban religiones distintas, y aunque tuvieran sus problemas, esa gente existía y constituían una sociedad llena de matices".

Trailer


Fresa y Chocolate recorrió las salas de toda la isla, obtuvo los mayores premios nacionales y la simpatía del público, a pesar de lo cual la televisión cubana la mantuvo censurada durante 2 décadas. "Esto demuestra que hay un divorcio entre la política cultural de este país y los medios de difusión masiva. Hay dos políticas, la de los artistas donde hay mucha más libertad y el filtro que determina lo que va a la televisión, la radio o la prensa plana", dice Perugorría.

Jorge Perrugorría nos dice que "lamentablemente la película tiene todavía mucha vigencia en aspectos que uno quisiera que fueran cosas del pasado. Este país está inmerso en cambios pero todavía debemos seguir aprendiendo de Fresa y Chocolate. Aún no hemos llegado como sociedad a ese abrazo final de Diego y David, esa reconciliación respetando las diferencias entre dos personas que piensan distinto pero que pueden convivir; e incluso, ser amigos".


Sinópsis

David (Vladimir Cruz) es un joven cubano que ve como su romance con Vivian (Marilyn Solaya) se rompe de manera definitiva. Al cabo de poco tiempo, conoce a Diego (Jorge Perugorría), un artista homosexual, que representa un choque para sus ideas machistas.

David y Diego son dos personas extremadamente opuestas, pero su relación poco a poco se irá consolidando y convirtiéndose en una buena amistad, a medida que discuten sobre temas como la libertad y la fe.  A sus discrepancias se une la presencia de Nancy (Mirta Ibarra), una amiga de Diego que es prostituta y cree en los ritos.

Fragmento



La Crítica

He aquí una película cubana que propone una nueva línea cinematográfica para Cuba, alejándose de los tópicos revolucionarios que en los últimos años habían anulado las primeras y estimables obras de autores como Manuel Octavio Gómez, Santiago Álvarez y Tomás Gutiérrez Alea. Ha sido precisamente este último, apodado "Titón" por sus próximos, el que, con la ayuda del más joven Juan Carlos Tabío, ha sido capaz de poner en marcha, desde dentro del régimen, un filme como éste, de difícil digestión para el gobierno cubano; pero prácticamente la única salida para una cinematografía estancada ideológicamente y económicamente arruinada. Su gran éxito en su país y donde quiera que se estrena evidencia que algo parece estar moviéndose en Cuba, aunque no sabemos a qué ritmo.

Fresa y chocolate  es un alegato en favor de la libertad, en su acepción más amplia, hermosa y democrática. La película es divertida a ratos, se pone seria y trascendente en otros, y supone casi siempre un soplo de aire fresco procedente del Caribe. Disfrútese del filme como lo que es, un lírico apoyo a la libertad personal que cualquier bien nacido debe suscribir íntegramente. Pero los que busquen una película filogay no la encontrarán aquí: la relación entre el gay y el revolucionario es transparente, sin sombra de pecado. Por cierto, qué detalle habrían tenido "Titón" y Tabío dedicando su obra a la memoria de Néstor Almendros, exiliado cubano de origen español, espléndido director de fotografía, gay militante, muerto a causa del SIDA, autor del muy estimable documental 'Conducta impropia', precisamente sobre la homosexualidad en la Cuba actual, filme que no verán allá hasta que el actual gobierno cambie radicalmente.



Fragmento de la Película con el
destacado actor Joel Angelino



Galería de Fotos




















Premios
  • Premio al mejor guión inédito. XIV Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, La Habana, Cuba, 1992.
  • Filme significativo del año. Selección Anual de la Crítica, La Habana, Cuba, 1993.
  • Premio de Radio Habana Cuba. XV Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, La Habana, Cuba, 1993.
  • Premio de El Caimán Barbudo. XV Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, La Habana, Cuba, 1993.
  • Premio de la Popularidad. XV Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, La Habana, Cuba, 1993.
  • Premio de la Unión de Círculos de Cine Arci Nova (UCCA). XV Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, La Habana, Cuba, 1993.
  • Premio de la OCIC. XV Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, La Habana, Cuba, 1993.
  • Premio FIPRESCI. XV Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, La Habana, Cuba, 1993.
  • Premio Coral de dirección. XV Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, La Habana, Cuba, 1993.
  • Premio Coral de actuación femenina secundaria (Mirta Ibarra). XV Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, La Habana, Cuba, 1993.
Premio Coral de actuación masculina (Jorge Perugorría). XV Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, La Habana, Cuba, 1993.
  • Primer Premio Coral. XV Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, La Habana, Cuba, 1993.
  • Premios Panambi a la mejor película latinoamericana, al mejor guión, al mejor trabajo actoral (Jorge Perugorría y Vladimir Cruz), a la mejor banda sonora y premio del público. 5to. Festival de Asunción, Paraguay, 1994.
  • Gran Premio del público. II Festival Paso del Norte, México, 1994.
  • Oso de Plata a la mejor película, Primer Premio del Público, Primera Mención Especial del Jurado Ecuménico. Festival de Cine de Berlín, 1994.
  • Premio a la mejor película exhibida en Brasil. Encuesta Periódico O´Globo, Río de Janeiro, Brasil, 1994.
  • Premio Caracol al mejor guión (Senel Paz). Festival de Cine, Radio y TV de la UNEAC, La Habana, 1994.
  • Filme significativo del año. Selección Anual de la Crítica, La Habana, Cuba, 1994.
  • Premio Caracol de Artes Escénicas a Mirta Ibarra, Jorge Perugorría y Vladimir Cruz. Festival de Cine, Radio y TV de la UNEAC, La Habana, 1994.
  • Premio ONDAS. Radio Barcelona, España, 1994.
  • Primer Premio Kikito de actuación compartido (Jorge Perugorría y Vladimir Cruz). Premio del Público. Premio de la Crítica. Premio Kikito a la mejor película. Premio de actuación femenina (Mirta Ibarra). Festival de Gramado, Brasil, 1994.
  • Premio del Público y Premio de la Crítica. Festival de Cine Latinoamericano de Paso Norte, Ciudad Juárez, México, 1994.
  • Premio a la mejor película extranjera por la Asociación de Cronistas de Cine de Nueva York.
  • Premio Goya a la mejor película extranjera de habla hispana otorgado por la Academia de Artes Y Ciencias Cinematográficas de España, 1995.
  • Nominada al Premio Oscar a la mejor película extranjera por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood, Estados Unidos, 1995.
  • Premio a la mejor película, a la mejor actuación protagónica (Jorge Perugorría), a la mejor actuación secundaria (Vladimir Cruz) y a la mejor dirección otorgado por la Asociación de Críticos Cinematográficos de Los Ángeles, California, EEUU, 1995.


Ficha Técnica

Título: Fresa y chocolate
Dirección: Tomás G. Alea y Juan Carlos Tabío
País: Cuba
Duración: 108 min
Género: Drama, Comedia
Guión: Senel Paz

Reparto:
Jorge Perugorría, Vladimir Cruz, Mirta Ibarra, Francisco Gattorno, Joel Angelino, Marilyn Solaya, Andrés Cortina, Antonio Carmona, Ricardo Ávila, María Elena del Toro

Productora:
Miramax Films, TeleMadrid, SGAE, Instituto Cubano del Arte e Industrias Cinematográficas (ICAIC), Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE), Tabasco Films



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Qué Tengo Pa' Tí
2013


Barrio Cuba



"Las interioridades de los personajes
vistos por Humberto Solás"


Desde los años 60's, Humberto Solás fue de los más destacados cineastas de Cuba al ser el responsable de Lucía, considerada una película fundacional del cine iberoamericano. A partir de los 90's, Solás deja pasar bastantes años entre película y película.

En esta ocasión, traza un fresco de la sociedad cubana, tal como él la ve, según sus propias palabras, como reacción a películas extranjeras que abusan de estereotipos sobre los habitantes de la isla. Así, sigue las peripecias entrecruzadas de ciudadanos de La Habana, como Santo, que pierde a su esposa, Willy, que conmociona a su padre al enterarse éste de que es homosexual, y Vivian, que sufre una crisis en su relación con el Chino, su esposo.

El punto fuerte del veterano Solás es, sin duda, la dirección de actores, pues casi todo el elenco realiza un trabajo eficaz, sobre todo Isabel Santos, como una mujer que ansía tener un hijo, y su marido, interpretado por Jorge Perugorría, un actor que no siempre está tan bien como en la recordada Fresa y Chocolate, Resulta bastante simpático su tratamiento del tema de la fe, en la resolución de esta subtrama. Por lo demás, a Solás se le va la mano en un sentimentalismo poco sutil, y en secuencias subidas de tono que parecen dar a entender que el "destape" llegó a Cuba.

Aunque dota de inusitada humanidad a sus personajes, Solás sólo muestra a aquellos que son afines al régimen cubano, de cuyas desgracias culpa en exclusiva al bloqueo económico estadounidense, sin entrar en más detalles. Muestra a los cubanos como supervivientes, que resisten frente al capitalismo. De esta forma, no se deduce ninguna crítica, ni siquiera sutil, a Fidel Castro, ni siquiera en la subtrama de uno de los personajes, que se ve obligado a emigrar.


Humberto Solás
(Director)

Humberto Solás Borrego (La Habana, 4 de diciembre de 1941) - La Habana, Cuba, 18 de septiembre de 2008) fue un director de cine, productor y guionista cubano. Recordado por su filme Lucía (1968), considerado uno de los 10 filmes más importantes de América Latina.
Licenciado en Historia por la Universidad de La Habana, pronto comenzó a dedicarse al cine. En 1960 inició su andadura en el Instituto Cubano de Artes e Industrias Cinematográficas, primero como asistente de dirección y más tarde como productor.

Su proyección internacional la alcanzó con Un hombre de éxito (1986), primera película cubana en ser candidata al 'Oscar' a la mejor película de habla no inglesa. Obtuvo el Premio Nacional de Cine de Cuba en 2005. En 2003 creó el Festival Internacional del Cine Pobre una muestra alternativa en Gibara.


Sinópsis

Magalis, Ignacio, Vivian, Miguelito y Santo son algunos de los personajes que pueblan Barrio Cuba. Seres que buscan su pedazo de felicidad en La Habana. Seres que apuran la vida, que se rebelan contra un destino incierto y se empeñan una y otra vez en encontrar una salida. La realidad les golpea, pero ellos nunca pierden la esperanza de un futuro mejor, de recuperar un amor, de conseguirlo, de superarse. Barrio Cuba  es una historia de luchadores, hombres y mujeres, jóvenes y viejos, cuyas vidas se cruzan tejiendo un mosaico de emociones y sentimientos, a veces contradictorios, siempre honestos. La Habana, una ciudad bella y dura como pocas, es el escenario donde estos héroes anónimos alimentan sus sueños todos los días.

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La Crítica
(Rolando Pérez Betancourt)

Naturalista, realista, neorrealista, melodramático, por momentos rayando lo operístico en su desbordamiento, buscando la emotividad como el gran arrastre ante una audiencia a la que le estruja los corazones y hasta hace llorar, Humberto Solás entrega con Barrio Cuba  la crónica sincera de una realidad que como artista no quiere dejar pasar.

De esta manera sigue en buena medida los rumbos expresivos de Miel para Ochún, filmada hace cuatro años y primera parte de lo que él pretende sea una trilogía sobre su país y su gente. Pero si de comparar se trata, desde ya hay que decirlo: Barrio Cuba  supera a la primera en varios rubros. Entre ellos, un guión más sólido y mejor estructurado y del que emana un sostenido tono dramático muy afín con esos personajes al borde del límite que integran sus historias. Un dramatismo en el que por suerte las pocas pinceladas risueñas no están "puestas" para relajar tensiones y ganar la risa fácil del espectador, sino que surgen como desprendimientos veraces de los conflictos y gracias al admirable desempeño de un cuadro de actores (¡todos!) volando alto.


Barrio Cuba es una película dura (quizá demasiado dura), pero honesta en torno a valores éticos y sociales relacionados con una difícil etapa económica. Cuando se presentó recientemente en el 'Huelva', donde fue premiada y aplaudida, unos pocos críticos, de manera equivocada, hablaron de "mirada pesimista". Todo lo contrario. Si un valor tiene el filme es que sabe retratar esa multiplicidad nuestra en conflicto, no con los tonos sombríos de una angustia existencial, sino en lucha perenne por salir adelante.

Es cierto que el filme repite temáticas recurrentes en el entramado social y no en todos los casos originales en su planteos. Pero son asuntos que obsesionan al director y no importa que tras Miel para Ochún  vuelva sobre algunos de ellos, siempre y cuando tenga algo que aportar.

Todas las encrucijadas de las varias historias que integran su trama, excepto una, son resueltas con verosimilitud. Y esa una; hasta pudiera acreditarse por el hecho de que conecta con el drama íntimo que atraviesa el carpintero ya envejecido, pero de ningún modo retirado de la lidia amorosa (grande Mario Limonta en la construcción del personaje). Él, enamorado de una mujer mucho más joven (Luisa María Jiménez) solo podrá poseerla por una noche y luego ella le dirá, con toda franqueza, que la pasó bien, pero prefiere hombres jóvenes. Sin embargo, al final y sin que esté justificado por la dramaturgia que se tejía en torno al personaje, ella, enfermera, buena trabajadora y hasta ejemplar, reprochadora de un novio bisnero y tarambana, acepta casarse con un extranjero mucho mayor que el carpintero y cruzar
mares. Captable el guiño cáustico (viejo por viejo, aunque viejo con billetes), pero el giro de la muchacha está violentado y hace pensar que en su abarcadora mirada, los realizadores necesitaban de todas maneras abrirle un espacio en el argumento al tema de las llamadas
"jineteras".

Realizada dentro de los parámetros del llamado "cine pobre", del que Humberto Solás es un abanderado, Barrio Cuba  fue realizada en digital y luego pasada a celuloide. Escaso presupuesto para una película bien fotografiada, en la que sin embargo las escenas nocturnas, o de predominantes tonos sombríos, carecen de la nitidez necesaria.

Película de desgarramientos y con excelentes diálogos, en la que los actores lloran y hacen llorar (y en tal sentido la música juega el papel de inflamar corazones que pretende el director), suerte de arrebato sensible al que quizás algunos hubieran pedido un poco de contención, pero que responde estilos y propósitos perfectamente pensados. Barrio Cuba  es un testimonio tan necesario como apreciado por aquellos que también ven en el arte una respuesta inmediata y una manera de construir algo bello desde lo problemático, y a partir de una estética para discutir, pero que en la vieja disputa entre razones y sentimientos, prefiere apuntar, y no yerra, al medio del pecho.

Galería de Fotos
















Ficha Técnica

Título: Barrio Cuba
País: Cuba
Duración: 105 min.
Género: Drama

Reparto:
Jorge Perugorría Isabel Santos, Mario Limonta, Adela Legrá, Luisa María Jiménez, Rafael Lahera, Sheila Roch

Dirección: Humberto Solás
Fotografía: Carlos Rafael Solís
Guión: Elia Solás, Humberto Solás, Sergio Benvenuto
Montaje: Nino Martínez Sosa
Música: Esteban Puebla

Producción:
Aldo Benvenuto, Camilo Vives, Jorge Gómes, Santi Camuñas
Sonido: Alex F. Capilla, Raúl Amargot
Vestuario: Norma San Juan

Productora:
Instituto Cubano del Arte e Industrias Cinematográficas (ICAIC)


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Qué Tengo Pa' Tí
2013

Chamaco




"Cine gay cubano"


Chamaco  parte del descubrimiento de un muchacho asesinado en el Parque Central de La Habana, que desata una serie de coincidencias y adentra al público en el mundo sórdido -a veces insospechado- de la noche habanera y la prostitución masculina.

Es una película que se ha visto, pero no totalmente terminada, enfatizó Cremata Malberti (su director), quien cuenta en su filmografía con largometrajes como la aclamada "Viva Cuba" y el multilaureado Premio Flaco.

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Juan Carlos Cremata Malberti
El Director


Actor, escritor y director. Se graduó en 1986 de Teatrología y Dramaturgia en el Instituto Superior de Arte de la Universidad de La Habana. Ha dirigido y escrito programas para niños en el ICRT (Instituto Cubano de Radio y TV). Es miembro de la UNEAC (Unión de Escritores y Artistas de Cuba). Cursó estudios en la Escuela de Cine de San Antonio de los Baños, en 1990. Ha sido invitado a numerosos festivales internacionales, entre los que destacan: Oberhausen, Mannhein, Berlín, Londres, Leipzig, Hamburgo, Viña del Mar y Sao Paulo. Ha impartido conferencias y charlas en universidades de Roma, Santiago de Chile, Panamá, EE.UU. Fue profesor de Montaje cinematográfico en la Universidad de Buenos Aires y profesor de Dirección Cinematográfica en la Escuela Panamericana de Diseño y Publicidad, y en el Centro de Experimentación en Cine y Video de Buenos Aires, Argentina. En 1996, obtuvo una beca John Simon Guggenheim, Nueva York. En 1998, fue invitado al taller de guión, impartido por el Sundance Institute en México. En la actualidad es coordinador docente en la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de Los Baños, Cuba.

Filmografía

*- Cuando yo sea grande. (Serie infantil de 30 capítulos de 27´cada uno, para la TV Cubana. Desde 1984 a 1987).
*- Y dice una mariposa.... (Serie infantil de 25 capítulos de 27´cada uno, para la TV Cubana. Desde 1984 a 1987).
*- 1988
Diana. (Documental 16´).
*- 1990
Oscuros rinocerontes enjaulados (muy a la moda).(Ficción 16´).
*- 1999
La Época, el Encanto y Fin de Siglo. (Documental 27´).
*- 2001
Nada. (Largometraje Ficción).
*- 2005
Viva Cuba. (Largometraje Ficción).


La Crítica
(Roberto Madrigal)

El descubrimiento del cadáver de un joven en pleno Parque Central habanero, la noche del 24 de diciembre de 2006, desata la trama de Chamaco, la película más reciente del cubano Juan Carlos Cremata Malberti. A partir de este hecho, se van a introducir los distintos personajes a través de cuyas relaciones se revelarán las claves de un misterio que en realidad no lo es y eso se sabe desde el principio.

Dividida en capítulos o actos, la pesquisa verdadera es acerca de las relaciones entre los tres miembros de la familia Despas: Miguel el difunto, su hermana Silvia y su padre Alejandro, con Karel Darín, el asesino y amante de todos. La película circunvala anémicamente varios episodios sucedidos alrededor de la noche fatídica, unos ocurridos antes y otros después, aparentemente para ofrecernos un lado oscuro de La Habana.

Basada en la pieza teatral homónima de Abel González Melo, el primer problema de este filme es su excesiva teatralidad. Durante la mayor parte de la película Cremata mantiene la cámara fija y obliga a los actores a moverse con cuidado delante de ella. Este es un enfoque muy utilizado con otros propósitos y con originalidad por directores como Tsai Ming Lian; pero aquí las escenas están montadas como en una obra de teatro. Lo que sucede frente a la cámara son diálogos interminables que no conducen a ninguna parte y si bien a ratos fluyen con naturalidad, de repente se convierten en monólogos de un lirismo enragé que quizás suenan bien en un teatro pero que en el cine suenan completamente ridículos, a no ser que uno se llame Jean-Luc Godard. La trama, más que previsible, obedece a una agenda estricta y pierde fuerza dramática a medida que progresa.


El regodeo en la sordidez no aporta nada. Ninguno de los personajes parece capaz de emociones sinceras. El sexo tiene muy poco de goce y casi todo de moneda de cambio. Las diferentes personalidades están dibujadas a partir de los interminables diálogos y monólogos, sabemos quiénes son porque se nos dice, pero no se ve nada, lo cual en cine es imperdonable. Todos dicen ser una cosa; pero actúan de manera diferente. Esto pudiera aportar un elemento de ambigüedad interesante, pero está presentado de manera tan palmaria que hace innecesaria la indagación. El estereotipo prevalece en la definición de cada cual, el abogado con una supuesta posición respetable en la corte pero que lleva oculta su vida homosexual; la médico insatisfecha con su vida y su carrera, que tuvo que renunciar a todos sus intereses para ganarse la vida; el adolescente rebelde, más bien sin causa aparente. Al final, las soluciones dramáticas se expresan a tono de telenovela.

Laura Ramos en su papel de Silvia, demuestra madurez histriónica. El veterano Aramís Delgado hace lo que puede con su papel del abogado homosexual; pero a veces los parlamentos que le obligan a decir resultan difíciles de espetar sin atragantarse. Fidel Betancourt mantiene un buen nivel como el jinetero que cabalga lo mismo una hembra que un macho porque ninguno le interesa. Caleb Casas está muy mal en su papel de Miguel Despas, la víctima, resolviéndolo todo con gestos exagerados y levantando la voz inútilmente. Luis Alberto García en su papel del policía corrupto repite un personaje que ya ha hecho tanto en el cine cubano que se ha convertido en un huésped demasiado frecuente y lo puede hacer hasta dormido.


“No estamos haciendo una crítica específica a nada en Cuba… estamos utilizando esos personajes cubanos… para mostrar ese lado oscuro que pueden llegar a tener ciertas personas en cualquier parte del mundo”, repite Cremata entrevista tras entrevista. Sin embargo, la película, fichada como del 2010, se exhibió a pedazos, como obra incompleta, en el Festival de Cine de Miami, en la Muestra de Nuevos Realizadores y en el 32do Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, pero no fue hasta el 11 de junio pasado que se estrenó oficialmente y completa, en la sala Charles Chaplin de La Habana y una semana después al público en general. No sé si es que ha tenido problemas con la caprichosa censura, siempre tan indefinida como ominosa. En realidad, lo único que pudo molestar a las autoridades es el hecho de que el tema central sean, mayormente, las relaciones homosexuales. Aquí no hay ninguna crítica al sistema, ni siquiera velada. El policía de Luis Alberto García, que es en realidad la única presencia del poder, es un corrupto; pero su actuación refleja que está haciendo algo que no debe hacer y está violando sus funciones, con lo cual el sistema queda exonerado de culpa. Las pequeñas alusiones y los tímidos referentes, que hay que hurgar en sitios específicos de la imagen, como Los Van Van enmudecidos en un televisor de fondo, el título de un libro que se deja ver apenas y que resulta ser 'Canto a la hierba', o Radio Reloj ofreciendo su teque cotidiano, no tienen articulación ninguna con la trama y son pequeños e inofensivos pataleos.
 

Juan Carlos Cremata, que en once años solamente ha hecho las olvidables "Nada" y "Viva Cuba", no aporta mucho a su legado con este filme al cual la demora, forzada o no, lo hizo perder la carrera contra "Verde verde", la obra de Enrique Pineda Barnet, erigida en heredera panfletaria de "Fresa y chocolate", película que en las diferentes entrevistas con Cremata y en las críticas que se le han hecho en Cuba a "Chamaco", los autores parecen querer olvidar. La fotografía de Lily Suárez Rodesse es poco inspirada y la música es muy buena; pero no se conjuga bien con la trama.

Chamaco  es una película gay, y no es más que una trama aburrida, carente de dramatismo, realizada bajo patrones convencionales, despojada de toda sutileza. Un círculo vicioso que no conduce a nada.



Entrevistas a Cremata y Luis Alberto

 


Ficha Técnica

Título: Chamaco
Género: Cine Gay
Duración: 99 minutos

Dirección: Juan Carlos Cremata  Malberti / Iraida Malberti
Producción: Juanma Villar Betancort / Juan Carlos Cremata  
Autor: Abel González Melo
Guión: Juan Carlos Cremata  Malberti / Abel González Melo
Fotografía: Lily Suárez
Música: Amaury Ramírez Malberti

Elenco:
Alina Rodríguez / Fidel Betancourt / Aramís Delgado / Luis Alberto García / Laura Ramos / Caleb Casas / Pancho García / / Alfredo Chang

Productora:
Trova Film




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Qué Tengo Pa' Tí
2013