Amor Crónico



"Un Homenaje al Cine Cubano"


Marvin Jui-Pérez, excelente amigo personal y fiel conocedor de la cultura cubana me comentaba: El autobús con el zapato arriba, me recuerda una película australiana titulada 'Priscilla, Queen of the Desert" ... y no está lejos de la verdad. Su director, Jorge (Pichi) Perugorría se las ingenió para que Amor Crónico  fuera visto desde ese ángulo, incluyendo la escena final con diálogos que rememoran otras películas cubanas y un final calcado de la romántica despedida entre Ingrid Bergman y Humphrey Bogart en ‘Casablanca’ (1942); pero al estilo caribeño: una discusión entre los actores, el director y los asistentes.


Para Jorge Perugorría volver al Festival de Cine de La Habana en Nueva York, es como volver a casa. El actor cubano ya lo ha disfrutado varias veces; pero esta edición tuvo algo muy dulce para él: Amor Crónico,  su primera película como único director después de haber co-dirigido "Afinidades", junto al también conocido Vladimir Cruz, y que retrata la tímida apertura de relaciones entre Estados Unidos y Cuba.

"De alguna manera hablamos de los derechos que tienen los cubanos que viven fuera a regresar a su tierra, y en este caso como cantante, de encontrarse con su público, con su gente", dijo Perugorría a una entrevista con 'The Associated Press', tras su llegada a Manhattan desde La Habana. "La película es un viaje por la cubanía, por la cultura cubana, por la música de CuCu Diamantes; pero de cualquier manera, el aspecto político está de fondo".

Trailer


Aunque Amor crónico es un documental al retratar a CuCu Diamantes sobre el escenario, Perugorría acotó que también es una película de ficción cuando muestra a la cantante viajando por 10 provincias de su país.

Amor crónico,  resulta "un divertimento, una película viva, detrás de la cual no hay ninguna pretensión de dar lecciones. También constituye un acto de gratitud, porque todo lo que soy, se lo debo al cine cubano", declaró Perugorría.

El film tuvo su Premier Mundial el domingo 11 de marzo de 2012 en el 'Alamo Drafthouse Cinema' de Austin, Texas durante el "SXSW Film Festival". El estreno en La Habana ocurrió el 25 de marzo de 2012, en saludo al 53 aniversario de la fundación del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC).


Con realación al filme, CuCu Diamantes declaraba en Austin, Texas durante su estreno, que Amor Crónico  era un viaje de amor a las raíces y jocosamente se refería a algunos detalles que contribuyeron al desarrollo de la película cuando se expresaba con relación a un enanito que vivía frente a su casa en Cuba: “Yo lo veía chiquitico y dije: que niño más cool, con cinco años y fumándose un tabaco”. Agrega que fue su primer enamoramiento platónico y desde entonces siempre ha tenido a un enanito en el escenario, siendo lógico que también apareciera uno a su lado como compañero de viaje por toda Cuba en su película musical.

“Hicimos un casting como con 20 enanitos y él (Liosky Clavero) daba más el personaje”, agrega.  “Todo lo trabajamos con mucha pasión, y todas las cosas salieron muy orgánicas, fue un proceso creativo fantástico”, dice de la manera en que fue surgiendo el film.


La alta y delgada cantante de pelo negro azabache y acento cubano, formó parte del grupo de salsa fusión con funk y hip hop llamado "Yerba Buena". Hace 2 años lanzó el disco CuCuland, el cual inspiró la película. En ella, CuCu Diamantes lleva a su banda a su Cuba natal, después de 20 años de haber emigrado, primero a Roma y luego a Nueva York.

Hacía 10 años que no visitaba la isla y le sorprendió la calidez con la que fue recibida. “Yo quería unificar a toda Cuba con amor, con música”, dice. “La película es un viaje de amor a las raíces”, explica. “No creo en el nacionalismo; pero sí en la cultura, en regresar a las raíces”.


Todas las canciones de la película fueron escritas por ella, y Andrés Levín estuvo a cargo de la música y la banda sonora. También él es el productor, junto con Sarah Green de Austin, Texas.

Además de la película, CuCu Diamantes cantó y actuó en vivo el día del estreno cinematográfico, en la sala de boliche 'The HighBall' junto al teatro. También se presentó en el 'World Music Showcase' y en el 'Speak Easy', junto a Lilia Downs, Alex Cuba y Maneja Beto.

“A mí me pasa una cosa”, agrega CuCu; “soy una estudiante de la vida”, dice de la curiosidad, pasión y entusiasmo que la caracterizan... “El día en que lo sabes todo te vuelves caduco, expiraste, te mueres”.

El resto quedará en sus pensamientos y comentarios. Solo les diré que Amor Crónico  es el reencuentro de una cantante cubana radicada en Nueva York, quien después de varios años regresa a su tierra para realizar una gira por las principales ciudades, acompañada de su banda. Un nuevo amigo, todo el sabor de su música y una constante fe en que todo lo que pasa a su alrededor es gracias al poder del amor.

Galería de Fotos





















Ficha Técnica

Título: Amor Crónico
Género: Documental
Duración: 80 minutos

Guión y Dirección: Jorge Perugorría
Productor Ejecutivo: Cliff Chenfeld
Producción: Sarah Green, Andres Levin
Director de Fotografía: Ernesto Granado
Edición: Manuel Iglesias, Alejandro Valera
Casting: Libia Batista
Diseño Gráfico: Agustín Bejarano
Diseño Sonoro: Osmany Olivare
Música: Andres Levin, Stephen Barber 
Escenografía: Agustin Bejarano



Intérpretes: CuCu Diamantes, Adela Legrá, Liosky Clavero, Andrés Levín, Jorge Perugorría, Néstor Jimenez, Enrique Molina, Mirtha Ibarra, Mario Limonta, Carlos Acosta, Wendy Guerra, Laura De La Uz, Albertico Pujols, Luis Alberto García, Andros Perugorría , Broselianda Hernández, Muñequitos de Matanzas, Alexander Abreu y Samuel Formel.

Productora
 Neo Cuba Films y Music
Santa Fe Pictures


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Qué Tengo Pa' Tí
2013



Esther en alguna parte



"El retorno de Miravalles"


El gratificante retorno del actor Reynaldo Miravalles a la pantalla cubana,  no es el único mérito que puede anotarse la reciente cinta cubana Esther en alguna parte,  (Gerardo Chijona, 2013), donde el personaje protagónico de Lino Catalá, encarnado por Miravalles, cuenta con la muy simpática contrafigura del Arístides Antúnez o Larry Po (o mil nombres más) asumido por Enrique Molina.

Decidido a sacudirse de una vez el estereotipo de patriarca retrógrado y gruñón que lo ha signado durante la última década en la fílmica criolla, desde Video de familia (Humberto Padrón, 2002) hasta El cuerno de la abundancia (Juan Carlos Tabío, 2009) y Lisanka (Daniel Díaz Torres, 2009), el actor echó mano de su versatilidad para dar un timonazo histriónico casi tan brusco como el suscitado en los minutos iniciales del cortometraje Exit (Eduardo del Llano, 2011) cualificando artísticamente la producción de marras, más allá de las innegables implicaciones nostálgicas y evocativas que supusieron reunir alrededor del inolvidable Pedro “cero por ciento” (De tal Pedro tal astilla, de Luis Felipe Bernaza, 1985) a toda una horda de notables figuras pervivientes de la cinematografía cubana de las últimas tres décadas, como Daisy Granados, Eslinda Núñez, Alicia Bustamente, Verónica Lynn, Miriam Learra, Raúl Pomares, además de Elsa Camp, Paula Alí y los más recientes pero igualmente cardinales Luis Alberto García (Hijo) y Laura de la Uz.


Reportaje de CubaVisión Internacional

 

Verdadera y trascendente sorpresa guardada por Esther para los espectadores, el bufonesco carácter de Molina, quien se entenebrece paulatina y orgánicamente hasta alcanzar verdaderas dimensiones trágicas hacia el final de la obra, resulta suerte de detonante vital, explosivo saboteador de la monótona existencia del viudo Lino. Se articulan ambos en una suerte de pareja quijotesca en pos del aventurero descubrimiento de la doble vida llevada por la difunta esposa de quien fuera impresor de la revista “Orígenes”, guiño cultural curioso, pero dramatúrgicamente irrelevante a la larga, y de la ideal doncella Esther, amada del charlatán cirquero.

El engarce simbiótico de personajes inicialmente antagónicos que irán “contaminándose” mutuamente hasta permutar personalidades en definitivo acto de exención, adscribe esta cinta basada en la novela homónima de Eliseo Alberto Diego (Lichi), en la suerte de subgénero o corriente cinematográfica de las “parejas contrastantes” cuyo sino crepuscular está dado tanto por las edades como por las circunstancias aciagas. Inaugurado mucho antes por el propio Miguel de Cervantes con los avatares de Alonso y Sancho, es muy caro para el cine estadounidense, donde tales roles axiales han sido encarnados mil y una veces por los inolvidables Jack Lemmon y Walter Matthau como los Felix y Oscar de The Odd Couple (Gene Saks, 1968); Jeff Bridges (Jack) y Robin Williams (Parry) en The Fisher King (Terry Gilliam, 1991); Tom Hanks y Tim Allen como los Woody y Buzz de la franquicia animada Toy Story (John Lasseter, 1995, 1999 y Lee Unkrich, 2010); Morgan Freeman (Carter) y Jack Nicholson (Edward) en The Bucket List (Rob Reiner, 2007).

Making of del filme

Esther…, además de ser un filme soportado en esta colisión-mixtura de caracteres, es una obra de iniciación tardía y redención final de los personajes protagónicos, quienes ven quebradas sus respectivas burbujas cosmovisivas, en las cuales se han protegido por ignorancia, en el caso de Lino, o por miedo, en el caso del multi-travestido Arístides, quien prefiere ser muchos, menos él mismo. Finalmente, con este problemático y gracioso ente, se deslinda Molina de todo el resto de una película a la larga muy irregular en cuestiones de narratividad cinematográfica y estructura dramatúrgica, cuyas acciones y sucesos ocurren y progresan accidentadamente.

Con temblorosa mano es conducida la nao fílmica, de grandes pero apocados potenciales como tragicomedia, reducida muchas veces a una graficación episódica del libreto, que tanto desecha como aprovecha muchas oportunidades significativas. Pletórica está de innúmeros callejones sin salida que atrapan a la audiencia en irresolutos y pocos significativos conflictos. Téngase como ejemplo la historia de amor de los jovenzuelos Ismael (Héctor Medina), sobrino de Larry y Sofía (Danae Hernández), subtrama que pudo ser dotada de simbolismo útil para la trama principal sin trascender al final la condición de añadidura parásita e irrelevante; o la realmente lamentable escena del “desenmascaramiento” de Larry por el teniente Chang (Luis Alberto García “Hijo”), sobrino político de Lino que apenas deviene en accesorio facilista para resolver posteriores situaciones, no obstante un poco más útil que su mucho más desaprovechada esposa Ofelia (Laura de la Uz).

... así lo transmitía TeleSur


Inolvidable para la historia emotiva del cine cubano será esta transfiguración conclusiva del decano actor, quien sonríe afectada pero sinceramente y con cierta maliciosa remembranza al Cándido de Alicia en el pueblo de Maravillas (Daniel Díaz Torres, 1990), a una cámara que con regocijo lo vio levantarse de entre la sulfurosa bruma amarilla donde décadas atrás se disolvió su mefistofélico personaje tras caer de un puente. (la pupila insomne).


Sinópsis

A un año de la muerte de su esposa Maruja, Lino Catalá, un anciano serio y formal, es abordado por Larry Po, otro anciano estrafalario con múltiples personalidades. Larry le confiesa a Lino que su difunta esposa Maruja, llevaba una doble vida: de día un ama de casa común y corriente, y de noche una imponente cantante de boleros. A partir de este momento, los dos ancianos se unen en una minuciosa búsqueda en el pasado de Maruja, al tiempo que intentan encontrar el paradero de Esther Rodenas, el gran amor de la vida de Larry. Mientras siguen el rastro de las mujeres a las que amaron, surge entre ambos una amistad que los transforma de manera definitiva y que les demuestra que la vida no termina en la vejez.


Cubana de pies a cabeza, al igual que el autor de la novela, la película rompe algunos esquemas temáticos del cine antillano de los últimos años.

Chijona se aleja del sexo, prostitución, drogas, corrupción, homosexualismo y violencia. Propone un aire innovador. En su filmografía se destacan piezas sobre la promiscuidad en la sociedad cubana (“Un paraíso bajo las estrellas”, 1999; “Perfecto amor equivocado”, 2004 y “Boleto al paraíso”, 2010, entre otras).

Esther en alguna parte  nos devuelve al mundo de la farándula cubana de los años cincuenta, esa farándula recreada por la prosa de Guillermo Cabrera Infante. La evocación de la noche habanera, el estrellato musical, y la popularidad de los movimientos rítmicos, son el telón de fondo de un filme que evita puntos de contacto con la política o la referencia a temas cercanos a esta.

Reynaldo Miravalles y Enrique Molina los encarnan con resultados memorables. Un selecto grupo de grandes actores y actrices cubanos de generaciones de antaño le imprimen un toque de distinción a la puesta en escena: Daisy Granados, Eslinda Núñez, Paula Alí, Alicia Bustamante, Verónica Lynn y Elsa Camp.

El filme ha sido realizado con mucho amor. Chijona ha cuidado con esmero detalles técnicos como el guión, los diálogos, el vestuario, la música (otra obra maestra de José María Vitier), dentro de un ritmo coherente que convierte a esta producción en una especie de tragicomedia con toques de suspense.


Ficha Técnica

Título: Esther en alguna parte
Co - Producción: Cuba - Perú
Género: Drama
Duración: 82 minutos
Dirección: Gerardo Chijona
Director de Producción: Evelio Delgado
Producción Ejecutiva: Camilo Vives, Susana Molina y Francisco Adrianzén
Director Asistente: Juan Carlos Téllez
Guión: Eduardo Eimil
Fotografía: Rafael Solís
Música: José María Vitier

Reparto:
Reynaldo Miravalles
Enrique Molina
Daisy Granados
Verónica Lynn
Elsa Camp
Alicia Bustamante
Paula Alí
Eslinda Núñez
Laura de la Uz
Luis Alberto García
Héctor Medina
Danae Hernández
Kevin Kovayashi

Productoras:
ICAIC
SONTRAC E.I.R.L.
IBERMEDIA

Página Web Oficial
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“Todo el mundo lo ha acogido como lo que es, un gran actor del cine cubano de vuelta aquí y he sentido como si hubiese estado haciendo una película con mi padre, porque él también fue muy longevo. El equipo completo ha estado encantado de tenerlo”. (Gerardo Chijona)


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2013