Cecilia: cien años después



"Basada en la obra maestra de Cirilo Villaverde"


Las leyendas de amor no siempre son felices. Por lo general, las pasiones más recordadas entrañan tragedias, pues perduran  aquellas cuyos amantes se entregan en total plenitud, sin medir sacrificios o consecuencias.

Racismo, celos, traición, muerte e incesto desbordan la obra “Cecilia Valdés o La Loma del Ángel”, un magistral regalo de Cirilo Villaverde, novela romántica en la cual el autor asume los riesgos de transgredir la sexualidad permisible para la sociedad colonial cubana de la época.

El cortejo entre hermanos constituye un atractivo puesto de moda en Europa, como símbolo de los amores platónicos.

En Latinoamérica, las corrientes literarias asumen los mismos paradigmas sentimentales del Viejo Continente, pero enriquecidos a través del mestizaje, recurso distintivo y propio del quehacer creativo  en el Nuevo Mundo.

Pasajes auténticos y cambiantes, desde la abolición de la esclavitud hasta el establecimiento de una sociedad discriminatoria en cuanto a etnicidad y género, matizan el texto, considerado como la primera gran novela cubana.

El volumen también muestra el incipiente nacimiento de la identidad patria, tanto por el tema como por su argumento.

Calificados de excelentes, los rasgos anecdóticos insertos en la trama repercuten actualmente como vía interpretativa del pasado nacional, capaces de convertir el libro “Cecilia Valdés” en híbrido de dos aristas: histórica y romántica.


Los Conflictos Etnicos

La trama principal de la obra, el racismo, está expresada a través de la relación entre la mulata Cecilia y Leonardo, el hijo de un aristócrata acaudalado, quien influido por los miramientos sociales abandona esa pasión para casarse con Isabel Ilincheta.

Otras novelas cubanas del siglo XIX presentan tratos distintos en cuanto a las preferencias sexuales de las jóvenes negras. En “Francisco” (1880), de Anselmo Suárez, y “El negro Francisco” (1873), de Antonio Zambrana, la mujer mulata elige amantes afrodescendientes cubanos.

Durante esa época, la Isla era todavía colonia de España, y el matrimonio interracial estaba institucionalmente regulado. Un decreto real de 1806 imponía que ningún noble se podía casar sin permiso con desiguales.

La razón de que el concubinato fuera aceptable hacía innecesarias las nupcias, mientras los caucásicos podían manipular privilegios para formar familias racialmente segregadas.

Los hijos eran fichados legalmente según la piel materna, lo que permitía mantener relaciones y garantizar a la descendencia ortodoxa protección legal, mientras la prole discordante no tenía nada seguro.

De manera paradójica, el mestizaje en Cuba resultó un proceso vedado y al mismo tiempo masivo. En muchos casos las “cruzas” eran ocultadas para escalar, dando como resultado la formación de una comunidad caracterizada por la gran separación entre la aristocracia blanca española (peninsulares y criollos), y el resto de la población relacionada masivamente mediante matrimonios mixtos.

Mientras el prejuicio del abolengo fue en aumento, el resto de los ciudadanos multiplicó las relaciones inter-étnicas y tendió a desconocer las rígidas disposiciones de castas, sin importar cuál hubiera sido el color de sus antepasados.

De este modo, en Cuba se produjo paulatinamente un proceso de amalgamación nacional en cuanto a costumbres, ideas y razas.

El Escritor


El insigne escritor cubano Cirilo Villaverde (1812-1894) nació en el ingenio Santiago, de Pinar del Río, donde conoció desde pequeño los horrores de la esclavitud.

En 1823 partió hacia la capital cubana, donde estudió y se graduó como bachiller en Leyes. Trabajó brevemente como abogado a fin de dedicarse por completo al magisterio y la literatura.

Editó las primeras novelas en la revista Miscelánea, de útil y agradable recreo en la que aparecieron “El ave muerta”, “La peña blanca”, “El perjurio” y “La cueva de Taganana”. También colaboró con numerosas publicaciones, entre las que se cuentan Recreo de las Damas, Aguinaldo Habanero, La Cartera Cubana, Flores del Siglo, La Siempreviva, El Álbum, La Aurora, El Artista y Revista de La Habana. Formó parte de la redacción del Faro Industrial de La Habana, donde mostró los cuentos “El ciego y su perro” y “Generosidad fraternal”.

Por ese tiempo comenzó las actividades políticas y pronto se hizo sospechoso al gobierno español, gracias a sus ideales separatistas. La participación en la conspiración de Trinidad y Cienfuegos le valió para ser detenido en 1848 y condenado a presidio. Al año siguiente pudo escapar y trasladarse a Nueva York, donde trabajó como secretario de Narciso López hasta la muerte de este. En dicha ciudad fue colaborador y más tarde director del periódico independentista 'La Verdad'.

Recorrió varias ciudades como Nueva Orléans y Filadelfia, donde se dedicó a la enseñanza del español y contrajo matrimonio en 1855 con la activa conspiradora Emilia Casanova.

En 1858, al amparo de una amnistía concedida por el gobierno español, retornó a La Habana y durante la estancia en la Patria dirigió la imprenta La Antilla, fue codirector y redactor del periódico literario La Habana, colaboró con Cuba Literaria y apadrinó la publicación de los artículos de Anselmo Suárez y Romero.

Regresó a Nueva York en 1860 y cuatro años más tarde abrió junto a su esposa un colegio en Weehawken.  Al año siguiente formó parte de la Sociedad Republicana de Cuba y Puerto Rico. Al estallar la Guerra de 1868, se sumó a la junta revolucionaria establecida en Nueva York e hizo breves viajes a Cuba en 1888 y 1894. Escribió la “Advertencia”, las “Notas” al folleto de Saco titulado ”Cuestión de Cuba”, y prologó la Colección de artículos satíricos y de costumbres de José María de Cárdenas. También  tradujo al español numerosas obras. Murió el 23 de octubre de 1912 en Nueva York.


Cirilo Villaverde  ha sido uno de los narradores más prolíficos de la literatura cubana y el precursor de la producción novelesca en la Isla. Su obra, de calidad irregular, se enmarca dentro del romanticismo y está contaminada por sus excesos, sin embargo refleja un contexto social y humano que trasciende su época y convierte a Villaverde en un autor fundamental del siglo XIX . La literatura realista y de costumbres, tiene en sus relatos y novelas un antecedente meritorio.

En cambio, si hoy Cirilo Villaverde  forma parte del parnaso de los clásicos de la literatura hispanoamericana, lo debe a su novela Cecilia Valdés (1882). La historia trágica de una mulata habanera sería el pretexto para la pieza de ficción que presentó primero en forma de breve relato y luego engordada en una narración de algo más de 600 páginas. La protagonista, Cecilia Valdés, es mestiza y dados su color y belleza será llamada por los galantes habaneros 'La Virgencita de Bronce'. En la novela aparece como hija ilegítima de un «caballero» y de una «parda». Con el paso del tiempo, en el imaginario nacional, representará a la mujer criolla y será un paradigma de lo cubano . Esta mulata sensual, pícara y cautivadora, cortejada por todos los hombres —sin importar su raza o clase— y con aspiraciones de ascender socialmente, frustrada por su condición y su nacimiento se convierte en Pandora o Helena.

Alegato antiesclavista, la obra logra describir el ambiente colonial cubano de principios del siglo XIX , las injusticias sociales y especialmente la ignominia de la esclavitud. Abolicionista y luego también independentista, Cirilo Villaverde construye una trama romántica en cuyo trasfondo está la denuncia social y la condena de la vida del esclavo en el ingenio, de las diferencias de oportunidades para la clase dominante blanca y la de los pobres, mestizos, libertos y esclavos.

Demasiados lectores «recordamos» pasajes de Cecilia Valdés diferentes a los narrados por Villaverde. Una amplia bibliografía en torno de la obra y su apropiación desde otras artes deben ser culpables de las transgresiones enriquecedoras del texto original, cuyas más conocidas inspiraciones serían la zarzuela homónima, escrita por Gonzalo Roig en 1932; y un serial televisivo y una película del director cubano Humberto Solás, en que el entonces joven actor Imanol Arias representa a Leonardo Gamboa, pasional amante que resultará el hermano blanco de Cecilia. ¿En La Habana, quién no ha escuchado decir de una mulata soberbia y hermosa que se parece a Cecilia Valdés?

Algunos afirman que, contrario a lo que declaró siempre el autor, Cecilia existió en realidad y por eso logra Villaverde una caracterización tan humana y rica en matices. Lo cierto es que en el Cementerio de Colón, en la Ciudad de La Habana, existe una tumba que lleva su nombre y que por las fechas inscritas puede coincidir con una mujer contemporánea del novelista. Algún anónimo admirador del «Mito de la Cecilia», que los periodistas no han podido descubrir, en el aniversario de sus muertes coloca flores en las tumbas de Cirilo Villaverde y Cecilia Valdés.

La Película


En el año 1981, uno de los grandes maestros del cine cubano de todos los tiempos, Humberto Solás, le concede a Cecilia Valdés, una nueva oportunidad de lucirse en todo su esplendor y le ofrece el protagónico de su largometraje “Cecilia”.
Una nueva cubana vuelve a encarnar a Cecilia tras la mirada atenta del maestro Humberto Solás; la actriz Daysy Granados.

No es de extrañar que sea Solás quien llevara al cine a Cecilia Valdés. El cineasta es un sorprendente constructor de personajes femeninos, tomados de la ficción o de la literatura. Las imágenes femeninas de Solás van a reflejar en casi su totalidad las contradicciones y adversidades que su sexo le impone en cada contexto histórico en el que se desenvuelven. Así sucede con Cecilia que revive la tragedia con la puesta en escena.

Con “Cecilia” Solás no se planteó una reproducción exacta de la novela sino una reinterpretación de la misma tomando de ella conflictos y personajes, recreando y redimensionando la historia, lo que provocó en el público una gran expectación. La realización del filme “Cecilia” se considera en la historia del cine cubano la empresa más colosal y controvertida de todos los tiempos realizado por el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica (ICAIC).


El Director

Cecilia, como personaje protagónico de uno de los filmes de Humberto Solás, hace que el personaje femenino se convierta en símbolo polisémico y encarnación de la espiritualidad, la resistencia y la delicadeza, más allá de cualquier propósito coyuntural o vanamente polémico. La Cecilia villaverdiana (que en polémica versión de Solás se trasmuta en Oshún y se asemeja a la Caridad del Cobre), pueden verse cual alusiones simbólicas a la Isla, en esa centuria traumática y fundacional que fuera el siglo XIX latinoamericano.

Las causas de la no aprehensión del mensaje artístico, a juzgar por los testimonios aparecidos en la prensa escrita del momento, deben buscarse a partir de los siguientes elementos: Existía un estereotipo del personaje de Cecilia Valdés fijado por la novela, la zarzuela, el ballet y otras reconstrucciones artísticas de la obra de Villaverde. La violentación de esta imagen, bastante homogénea, al ser encarnado por la actriz Daisy Granados, resultó una Cecilia otra, física y psicológicamente distinta. En Cuba, por tradición, los mitos históricos y culturales han sido sagrados. Su desacralización tenía forzosamente que producir un choque en un público no habituado a ello.

La obra de Villaverde le sirve a Solás como telón, escenografía cognoscitiva, soporte sobre el cual crear, o más bien recrear o recapitular a Cecilia.

Con impresionante puesta en escena, buen manejo de los recursos narrativos y la dirección actoral, incluso de los extras, fue una película no bien comprendida por una parte del público y también de la crítica especializada que la atacó sin descanso y no vio con buenos ojos la necesidad del director de expresarse libremente ante un clásico de la literatura, y por qué no, del teatro cubano. Sin embargo: Más allá de las discusiones coyunturales debe decirse que Solás comprendió la historicidad y la perspectiva social de la obra de Villaverde logrando a partir de ella y no ilustrándolo, un apasionado fresco sobre los ingredientes de lo nacional. La dimensión del empeño, la rigurosidad de la puesta en escena, el movimiento de masa, nada deben a una malentendida y absurda fidelidad al texto. Cecilia constituyó uno de los hitos de la cinematografía cubana.

Solás crea su propia Cecilia releyendo la historia y recontextualizando su mito. El estereotipo del personaje de Cecilia Valdés creado en la novela y mantenido en la zarzuela cambia en esta ocasión con la nueva Cecilia del director cinematográfico.
En su cine, Humberto entiende que la cinematografía nacional podría solidificarse a partir del eclecticismo que dosificara la cultura “alta” y lo valedero entre lo vernáculo y lo popular. Con frecuencia partió de una fuente literaria, pero igual recreó el sistema referencial que decidió evadirse de la propuesta primigenia.

Añade además este investigador que si algo distingue el cine de Humberto Solás es, precisamente, la sustentación de una visión integradora, sincrética y cosmopolita que recapitula la mezcla de razas y culturas, más que exaltar, en su estado virginal, los factores que la componen.

El filme de 168 minutos de duración obtuvo varios premios en festivales de cine internacionales. Daisy Granados, por su parte, fue merecedora del premio a la Mejor Actriz en el Festival Internacional de Cine de Panamá en el año 1982. De esta obra, su director también realizó un serial de seis horas para la televisión; y el primero de julio de 1982, tuvo su estreno simultáneo en catorce salas cubanas.

Cecilia rompió el modo de hacer y de apreciar el cine en la isla. Mientras la obra provocaba puertas adentro un turbión polémico en las demasiado apacibles aguas de nuestro cine fue, hasta “Fresa y Chocolate”, el filme más vendido fuera de la isla.

Galería de Fotos









Ficha Técnica

Título: Cecilia
Género: Drama
Año: 1981
Duración: 127 minutos
Dirección: Humberto Solás
Producción: Humberto Hernández
Guión: Jorge Ramos
Nelson Rodríguez
Humberto Solás
Norma Torrado
Música: Leo Brouwer
Fotografía: Livio Delgado
Productoras:
ICAIC
Impala S.A.

Protagonistas

Daisy Granados


Imanol Arias


Eslinda Núñez


Verónica Lynn


José Antonio Rodríguez


Alejandro Lugo


Otros Actores
Miguel Benavides
Eslinda Núñez
José Antonio Rodríguez
Gerardo Riverón
Nelson Villagra
Alfredo Mayo como General Vives
Enrique Almirante
Mayda Limonta
Angel Toraño
Hilda Oates

Sinópsis

La Habana, primera mitad del siglo XIX. Cecilia, bella mestiza, ambiciona el mundo de los aristócratas blancos. Su vehículo será Leonardo, joven nihilista y contradictorio. La madre de Leonardo se opone a estos amores y arregla su matrimonio con una muchacha rica. Cecilia, enloquecida de celos, induce a uno de sus enamorados frustados a matar a la novia el día de la boda. La tortuosa pasión muestra el envés del esplendor de la sociedad esclavista.

Premios

Premio Jorge Herrera in Memoriam por la fotografía. Festival Nacional UNEAC de Cine, Radio y Televisión. Cuba, 1982
Mejor escenografía. Festival Nacional UNEAC de Cine, Radio y Televisión. Cuba, 1982
Nominada (Largometraje) a la Palma de Oro. XXXV Festival Internacional de Cine de Cannes. Francia, 1982
Mención a la película. Festival de Cultura Cubana en Burdeos y Leognan. Francia, 1986.



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Qué Tengo Pa' Tí
2014


Una Noche




"un drama para reflexionar"


La historia de la fuga de tres jóvenes cubanos de la isla en una rudimentaria embarcación a través del estrecho de la Florida, es narrada de forma dramática en el film Una Noche, de la realizadora independiente Lucy Mulloy.

La película rodada en La Habana entre los años 2007 y 2011, editada en 2012 y estrenada en 2013, contó con protagonistas comunes y corrientes, sin ningún tipo de formación profesional; pero que sin embargo dejaron una impresión duradera por la vulnerabilidad y la honestidad que mostraron.

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El Proyecto

Esta es una película de la vida de decenas de miles de cubanos, de un país lleno de personas que quieren escapar, donde década tras década se vive a diario el drama de los que se "quedan" y los que se "van".  Pero todos, aún incluso los que permanecen allá,  emprendemos el mismo viaje,  el de la separación.

Es esta la parábola que trae consigo Una Noche; la historia de la pesadilla que sufre
una nación, una población, una familia rota en pedazos por aquella travesía que cuando comienza no tiene marcha atrás.

¿Cómo regresar a lo que no dejaste? ¿Cómo volver a tu casa y compartir con aquello que nunca has abandonado?
Por muy lejos que sea el viaje no se pierde lo esencial,  por eso incluso desde nuestra mente todavía hablamos a diario con nuestros padres,  con nuestros hermanos, con nuestra gente, porque aunque no estén,  ellos continúan siendo lo más importante.

Lucy Mulloy, es una realizadora británica que recién graduada de la Escuela de Cine de la Universidad de Nueva York (NYU), decidió hacer su opera prima en La Habana.  El proyecto recibió el apoyo económico del famoso director Spike Lee, y fue filmado sin la participación de las entidades gubernamentales que controlan la industria del cine en Cuba.


Al principio Mulloy, tenía pensado filmar su película casi completamente en el agua,  para contar la historia de tres jóvenes que escapan en una balsa hacia la Florida, luego las imágenes de las calles en la capital cubana la cautivaron y decidió recrear el proyecto con escenas de la vida real.

Hace unos meses el filme alcanzó notoriedad mundial cuando dos de los tres jóvenes actores cubanos honraron con la vida real,  la historia que protagonizaban en la obra de ficción, al pedir su asilo en el Aeropuerto de Miami, donde arribaron procedentes de la isla para viajar al Festival de Cine "Tribeca" de New York.  Semanas más tarde, el tercer actor tampoco regresó a Cuba. Al finalizar el evento, la cinta recibió tres importantes premios, a la fotografía, a la dirección e incluso al mejor actor masculino, compartido entre Dariel Arrechaga y Javier Núñez, ambos en el filme.

*Así lo daba a conocer TV Martí en el 2012*


Para la directora británica Lucy Mulloy, el debut como cineasta fue una suerte de bendición. Su ópera prima Una noche,  rodada en 35 mm., es un drama ambientado en La Habana de los 2000.

La película fue rodada en unas cien locaciones habaneras con el propósito de revelar las intrigas de una ciudad profunda; esa que NO se puede retratar en postales destinadas al turismo.

“Vine a Cuba antes de filmar la película. Me impresionó tanto, estaba tan emocionada con todo. Cuba es un lugar tan hermoso, con tantas energías, colores, historias emocionantes y fuertes".

“Me entusiasmé tanto con la textura de la ciudad, que desde el primer momento pensé en rodar una película aquí”, confiesa la también guionista y productora luego de una demorada proyección en el habanero Pabellón Cuba, una de las sedes del XXXIV Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.

Luego de ese primer contacto con la mayor de las Antillas, la joven Lucy Mulloy fue a estudiar cinematografía en la Universidad de Nueva York. Seis años atrás comenzó a gestarse el proyecto de Una noche, cuya premier mundial tuvo lugar en el Festival Internacional de Berlín 2012.

“Regresé a Cuba para hacer mi tesis. En un principio tenía en mente realizar un cortometraje con tres muchachos. La historia fue creciendo, día a día y yo tenía muchas fuentes de inspiración en Cuba".


“Trabajé con actores no profesionales porque tenía una idea muy fuerte de lo que quería. El proceso de selección y búsqueda se inició en la ENA (Escuela Nacional de Arte), en el ISA (Universidad de las Artes) y en la Televisión Cubana. Adicioné unos tres mil jóvenes para seleccionar a los protagonistas".

“Caminando por la ENA, llegamos hasta la escuela de música donde descubrimos a unos muchachos reunidos en el patio, conversando. Dariel, quien interpreta a Raúl, y estudiaba batería, es súper talentoso para la música y la actuación. Eso tiene que ver con el ritmo. Desde que lo conocí supe que él era Raúl. Fue a tres audiciones y le di el papel".

Dariel Arrechaga (Raúl)
junto a la realizadora


“A partir de ahí, Dariel Arrechaga se encontró con varios jóvenes en La Habana pero nadie nos convencía. A Anailín (Lila en la película), la descubrimos practicando taekwondo. Ella tenía físicamente el prototipo ideal. Era perfecta para papel".

Anailín de la Rúa de la Torre
(Lila)


“Al tercer muchacho lo descubrió Sandy Pérez, uno de los productores. Él fue tirando fotos en todas las escuelas para encontrar a quien pudiera ser el hermano de Anailín de la Rúa de la Torre".

“Mirando las fotografías vi un muchacho con un estilo diferente. Se le notaba el carisma. Cuando Javier Núñez Florian vino al casting se quedó en silencio, tenía mucha pena. Luego hizo una improvisación con una muchacha y era tan natural que lo tomé para el papel".

Javier Núñez Florián (Elio)
junto a Anailín


“Hay muchas personas talentosas en esta isla. Estaba buscando un tipo de actuación muy sutil y muy realista. No quería a alguien de teatro donde la forma de actuar es diferente, más grandilocuente para que los espectadores puedan verlo desde atrás".

Sin ser un propósito expreso, de emular a los cultores y la estética del neorrealismo italiano, Lucy apostó por la inclusión en el filme Una noche, de tres actores no profesionales.

“En el cine todo es chiquito. Con una mirada, un  movimiento pequeño puedes indicar tantas cosas. Por eso quería personas reales, con reacciones más espontáneas, más frescas. Vi crecer las relaciones entre los tres protagonistas.”

Confiesa la novel directora que el trabajo de mesa con los tres actores aficionados duró aproximadamente un año.

“Ellos conocían el guión tan bien que al final vivían el papel de verdad. Quería que hablaran como en la vida real. Aprendí mucho con ellos. Durante los ensayos fui incorporando su forma de hablar al guión para que fueran más orgánicos”.

Una noche, por momentos parece más que un largometraje de ficción un gran documental sobre La Habana.

“Quería que fuera realista y que La Habana fuera otro personaje más de la historia, con sus calles y el movimiento de la gente. Muchos cineastas filman películas fuera de Cuba, en México, en Puerto Rico, pero lo más lindo de Cuba es que cuando caminas por sus calles siempre pasa algo. Quería reflejar eso también en la película".

“De manera consciente, capté momentos reales. He visto películas donde solo se incluyen los protagonistas; pero a mi me gusta sentir vida en la locación, la reacción de las personas alrededor, por ejemplo cuando el personaje Raúl está corriendo”. (Maya Quiroga)

Galería de Imágenes












Ficha Técnica

Título: Una Noche
Co Producción: Cuba, Reino Unido, USA
Género: Drama
Duración: 90 minutos
Guión y Dirección: Lucy Mulloy
Fotografía: Trevor Forrest, Shlomo Godder

Reparto
Dariel Arrechaga (Raúl), Anailin de la Rúa de la Torre (Lila), Javier Núñez Florián (Elio), María Adelaida Méndez Bonet, Greisy del Valle, Katia Caso

Productora
MULLOY Productions



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Qué Tengo Pa' Tí
2014



Conducta



La Interacción profesor - alumno"


El cineasta Ernesto Daranas (Los Dioses Rotos, El Hombre de Venus) ha cautivado tanto a la crítica de Cuba como al gran público de su país con su reciente obra cinematográfica Conducta,  primer suceso nacional de 2014. La cinta, protagonizada por el joven Armando Valdés Freire y Alina Rodríguez, está diseñada para conmover a los espectadores acerca de la realidad social que existe en Cuba. Pues, los avatares de pedagogos, el tratamiento a los de otras provincias que radican en la capital, el tema religioso, el alcoholismo y la drogadicción en una mujer joven, el oscuro mundo de las peleas de perros con sus apuestas y el tema de la emigración, quedan reflejados en esta entrega.

Conducta,  que se estrenó el pasado 6 de febrero en los cines cubanos y que estará durante los próximos días en la cartelera del país, no ha pasado de desapercibida. Como bien dijo la protagonista del film, Alina, "esta película fue hecha con niños, pero indudablemente está dirigida a los adultos, a hacerlos reflexionar sobre cuestiones como la educación, los valores, los conflictos éticos… Tenemos que luchar por todo lo que se ha perdido fuera y dentro de las aulas", mientras que, en una entrevista reciente de Cuba Información con Daranas, el director, que reconoció que los actores tuvieron "mucho trabajo con los muchachos y supieron crear un ambiente muy distendido con ellos", comentó que "en realidad, Conducta  no pretende hablar del sistema de enseñanza cubano. La mirada se centra mucho más en esos riesgos a los que la niñez está expuesta, incluido el modo en que las condiciones sociales y económicas afectan a la familia y a la escuela. En estos y otros temas abundan discursos y consignas que son emplazados por lo que vivimos a diario. La maestra Carmela pone a un lado esta retórica en su afán de hacer de su aula un espacio diferente".

Trailer





Daranas ha dicho que Conducta  es sobre los cubanos donde las llamadas reformas no han ofrecido los beneficios anunciados y no se limita para presentarlos tal cual. Hay un momento que la maestra enumera los distintos grupos y alumnos con los que ha debido lidiar durante su meritoria carrera y menciona a 7 que han abandonado el país en los últimos 3 años, su nieto incluido. “Uno les habla de Martí y de la patria; pero en la casa desentierran a los muertos para hacerse ciudadanos españoles”, afirma sentenciosa. Luego menciona a dos estudiantes en particular, Yenny, “una gran alumna; pero con la cruz de ser ‘palestina’”, o sea, proveniente de las provincias orientales, ilegal en la capital de su propio país, y Yoan, “con su padre preso por asuntos políticos”, escabroso asunto que se menciona, por primera vez, en el cine cubano.

Conducta, de Ernesto Daranas, procurará conmover al espectador, quizás como hizo el primer largometraje de ficción de este realizador: Los dioses rotos (2008), multipremiado filme que hurga en una de las aristas más escabrosas de la compleja realidad cubana.

Esta vez, en calidad de director y guionista, narrará la historia de Carmela, una maestra a punto de dejar las aulas y sus alumnos, en especial a Chala, un niño de once años que vive solo con su madre adicta.

Galería de Fotos

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Ficha Técnica

Título: Conducta
Guión: Ernesto Daranas Serrano
Dirección: Ernesto Daranas Serrano
Producción General: Esther Masero
Dirección de Fotografía: Alejandro Pérez
Montaje o Edición: Pedro Suárez
Música Original: Juan Antonio Leyva y Magda Rosa Galbán
Dirección de Arte: Erick Grass
Banda Sonora: Osmany Olivare
Dirección de Casting: Mariela López.
Diseñador de Vestuario: Vladimir Cuenca
Primera Asistente de Dirección: Geraldine León.
Asistentes de Dirección: Indira Magaz Zulueta, Roger Herrera y Mario Muñiz.
Sonido Directo: Juan Carlos Herrera.
Dramaturgia: Ania Molina.
Campaña: José Ferreiro y Marcelo Martín.
Producción Ejecutiva: Isabel Prendes, Joel Ortega, Ramón Samada, Danilo León y Adriana Moya.
Productores de Rodaje: Liadys Tamayo, Nandaime Rodríguez y Ernesto Gil.

INTÉRPRETES
Armando Valdés Freire
Alina Rodríguez
Amaly Junco
Miriel Cejas
Yuliet Cruz
Armando Miguel Gómez
Silvia Águila
Idalmis García
Tomás Cao
Héctor Noas
Aramís Delgado

PRODUCTORA
ICAIC
RTV Comercial



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Qué Tengo Pa' Tí
2014